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AFEHC : diccionario : ALVARADO, Pablo : ALVARADO, Pablo

Ficha n° 3158

Creada: 06 octubre 2012
Editada: 06 octubre 2012
Modificada: 18 agosto 2016

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Autor de la ficha:

Elizet PAYNE IGLESIAS

Editor de la ficha:

Justin WOLFE

Publicado en:

ISSN 1954-3891

ALVARADO, Pablo

Un personaje invisibilizado primero por el medio en el cual se desenvolvió y segundo, por la historiografía que creó el ideario de los patriotas o héroes de la Independencia en Centroamérica.
Palabras claves :
Principios liberales, Docencia, Pacto de Concordia, Federalismo
Cargo o principal ocupación:
Médico y Diputado
Nació:
En 26 de enero de 1785 en Cartago, Costa Rica.
Murió:
En 1 de junio de 1851 en Alajuela, Costa Rica.
Resumen:

1
Nacido en Cartago, la capital provincial de Costa Rica en 1785, Pablo Alvarado, era heredero genealógico de una de las líneas fundadoras del reino de Guatemala en las legendarias figuras de Pedro de Alvarado y su hermano Jorge de Alvarado, aunque en Costa Rica, la línea Alvarado proviene de la de Jorge de Alvarado. Sus padres fueron Tomás de Alvarado y su madre, María del Rosario Bonilla de Laya Bolívar, ambos con el título de don y doña. Tomás de Alvarado fue, al finalizar el siglo XVIII, alcalde de Cartago y posteriormente teniente de gobernador de la villa Nueva de la Boca del Monte, actualmente San José. La pareja tuvo 9 hijos y 2 de ellos se dedicaron a la política; Pablo y su hermano, José Antonio Alvarado , quien no solo fungió como sacerdote sino que también fue diputado de la República Federal Centroamericana, al lado de su hermano.

2Aunque no existen datos sobre los primeros años de formación educativa, es evidente que la recibió en la ciudad de Cartago, posiblemente en manos de su padre, algún maestro privado o en una escuela de primeras letras. Desde joven Alvarado manifestó vocación hacia la enseñanza debido a que consta su nombramiento como maestro de escuela en Cartago de parte del gobernador Tomás de Acosta en 1803. Al parecer, dicha escuela se estableció a solicitud de Alvarado en el hospicio de La Soledad; en ese momento contaba con 18 años. En 1807 se instaló en la ciudad de Guatemala, donde fue admitido como estudiante de la carrera de medicina en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera que terminó en 1823, en forma algo tardía debido a los avatares políticos en los que se vio inmiscuido.

3La figura de Alvarado es conocida en Costa Rica a raíz de una documentación que hace alusión al movimiento acaecido en 1808 en la ciudad de Guatemala. Consiste en un oficio que, con carácter de “muy reservado” enviaba el capitán general González Saravia al gobernador de Costa Rica, Juan Manuel de Cañas, en el que le informaba acerca de un estudiante originario de la citada provincia, que fue apresado por difundir un papel con contenido sedicioso en el movimiento de 1808. Ese joven estudiante era Pablo Alvarado y Bonilla, graduado en 1823, como médico en la Universidad de San Carlos de Guatemala.

4La documentación fundamental para el caso de Alvarado son una serie de cartas en las que este informaba acerca de los sucesos de la Independencia, la anexión a México o la creación de la República Federal Centroamericana. Su figura resulta familiar en la historiografía, debido a su papel como diputado en la República Federal en el que promovió la anexión de Nicoya a Costa Rica y defendió la habilitación del caribeño puerto de Matina. Su trabajo fue fundamental en las primeras determinaciones que tomó Costa Rica frente a León y Guatemala y poco después, con el imperio mexicano. Fue además, fiel defensor de la formación de un gobierno – como él lo llamaría- republicano, democrático y federativo; estuvo alineado en el sector de los liberales guatemaltecos y se opuso a los que llamó “serviles” o centralistas.

5En sus cartas dirigidas al gobierno de Costa Rica, muestra un estilo propio del más apasionado liberalismo en las que se revela su férrea personalidad. A pesar de que su compromiso político le absorbiera durante décadas, la historiografía costarricense y centroamericana no le ha correspondido sino con breves líneas. Una de ellas es la del historiador Ricardo Fernández Guardia y otra, corresponde a la de la historiadora Ligia Cavallini de Arauz. Alvarado estuvo consciente de su papel político en los eventos centroamericanos de 1808, de manera que, en 1821 reclamaba haber sido: “…el primero de toda la monarquía española que caí en estas cárceles el quince de setiembre de ochocientos ocho, por la libertad de la América.”

6No cabe duda que Alvarado fue el depositario de nuevos conceptos políticos en la Costa Rica de los años 1820´s y 1830’s. En las mencionadas misivas dirigidas a las autoridades del naciente estado, identificaba a los pobladores, como “costarricas” o “costarricenses”. Otros términos de la jerga política de este personaje fueron los que aludían a los valores utilizados por los principios liberales, como: soberanía, ciudadano, república, libertad, paz, democracia, federalismo. A raíz de esta situación, Costa Rica se vio obligada a entrar en el juego político ejercido por las provincias más fuertes del reino: Guatemala, El Salvador y Nicaragua. En fin, las primeras cartas fechadas entre setiembre y diciembre de 1821, manifiestan un claro pensamiento anti monárquico y anti imperial, republicano y federativo. Durante esas primeras fechas y en el marco de la lucha por la separación de México y a favor de la unión federativa, Alvarado apeló al concepto de “soberanía”.

7También estuvo opuesto a la anexión al imperio mexicano. Esta actitud provino de parte de muchos liberales centroamericanos – especialmente los salvadoreños–, aspecto que caló muy fuerte en nuestro personaje, quien no solo era amigo personal de los políticos (sobre todo liberales) más conocidos de Guatemala y El Salvador, como Pedro Molina y José Matías Delgado . Aunque también tuvo afecto personal por Manuel José Arce y José Cecilio del Valle. En ese contexto arengaba a los “costa ricas” a desechar la unión al imperio mexicano; decisión que debían efectuarla los diputados y no los ayuntamientos de las ciudades provinciales. Por esta razón queda claro que a pesar de sus apasionadas y expresivas misivas implorando el apoyo de los costarricenses, este detectaba que el proceso para conseguir el consenso, no sería nada fácil en una provincia tan alejada y vulnerable a las prácticas políticas de los más grandes.

8Liberados de México, los políticos centroamericanos se concentraron en la organización de una Asamblea Constituyente Federal que dio inicio el 24 de junio de 1823, aunque los representantes de Costa Rica se incorporaron hasta el 2 de febrero de 1824. El mayor temor que manifiesta Alvarado consistía en que se abortara el proceso federativo y se optase por el centralismo. Lo señalaba así a finales de 1823 en momentos en que se reunía el Congreso y a raíz del cual recrudecerían los mayores debates y oposiciones en Centroamérica. Con un lenguaje más sólido, en junio de 1824 imploraba que Costa Rica se mantuviese bajo el sistema federal. Las cartas enviadas en febrero y junio de 1824 muestran a un Pablo Alvarado centrado en su labor como congresista y en un ambiente muy positivo.

9Como diputado de Costa Rica, Alvarado mantuvo su oposición en contra de lo que hacía y sugerían las autoridades civiles, militares y religiosas de Nicaragua. Sostenía una actitud enfática en contra de que los diezmos se continuaran enviando a León, puesto que el asunto estaba en manos de la Asamblea Nacional. Lo anterior posiblemente tenía relación con la política que seguiría Costa Rica con el fin de independizarse del dominio del obispado de León de Nicaragua, asunto que solo logró resolverse en 1850.

10Después de la Independencia y en el marco de la Federación, las luchas surgidas en Nicaragua preocuparon sobremanera al político y médico costarricense, puesto que las contiendas podrían extenderse a Costa Rica. Su oposición a Nicaragua – especialmente a la política leonesa–, se podría deber a muchas razones: su acérrimo liberalismo, su apoyo a los liberales guatemaltecos y salvadoreños, la influencia económica de Nicaragua sobre Costa Rica y por tanto, la necesidad de liberarse de los diezmos y otros controles ejercidos desde León y Granada, a sabiendas de que Costa Rica se estaba constituyendo en un nuevo estado. Se suman dos temas más al debate: el deseo de Costa Rica de contar con su propio obispado, pero sobre todo, la polémica fundamental constituía sin lugar a dudas, la anexión del partido de Nicoya a Costa Rica, debido a que Nicaragua consideraría como una partición de su territorio.

11Las contiendas políticas surgidas con posterioridad a 1825 y hasta 1842, marcarían en Alvarado, desasosiego y desesperanza, hasta el punto que dejó de vivir en Guatemala y, en las décadas de 1840 y 1850, ya habitaba y practicaba la medicina en Costa Rica. Su vida en Costa Rica posiblemente estuvo dedicada a su profesión, labor importante en un naciente estado con escasos profesionales de la medicina y al parecer, fungió en este campo tanto en Cartago como en Alajuela. Se supone que en 1841 vivía en Cartago ya que consta que el terremoto de 1841 destruyó su vivienda. Con respecto a actividades políticas en Costa Rica, se desconoce que asumiera algún bando, sin embargo, lo más probable es que se convirtiera en un personaje aislado de la arena política. En un estado donde predominaban los ideales republicanos y en donde la federación estaba desacreditada, poco le tocaba qué hacer al personaje en cuestión. Un último aspecto en el que estuvo involucrado fue en la atención que como médico, brindara a las tropas de Morazán en Costa Rica, aunque se desconoce si en ese momento manifestara actitudes políticas. Su agitada vida lo llevó a que, sus últimos días lo dedicara a la docencia en la Universidad de Santo Tomás.

12Como ha sido observado, la figura de Pablo Alvarado no ha sido atractiva para los historiadores costarricenses y centroamericanos, no obstante, su papel en el proceso político que vivió Centroamérica durante la Independencia y la Federación, fue importante para el devenir histórico del naciente estado. Aunque este no derivara en la forma de gobierno que exigía Alvarado. Una de las herencias más inmediatas es la sugerida por Ricardo Fernández Guardia quien asegura que fue Pablo Alvarado quien, a raíz de firmarse el Acta de Guatemala en 1821, envió a Costa Rica un proyecto básico de Constitución, el cual dio origen al Pacto de Concordia o Pacto Social Fundamental Interino de Costa Rica, emitido el 1º de diciembre del mencionado año.

13Ahora bien, tal y como nos preguntáramos páginas atrás, ¿cuáles fueron las razones que hacen de Pablo Alvarado un personaje intrascendente en Costa Rica y en general en Centroamérica? En respuesta, proponemos que Alvarado no calzó entre los líderes en la ciudad de Guatemala, porque, aunque era liberal, no tenía arraigo político – pero sobre todo económico– en la ciudad de Guatemala. Tampoco obtuvo liderazgo en Costa Rica porque este estado veía con recelo muchos de los planteamientos liberales y sobre todo federalistas, –especialmente en sus últimas etapas (1830-1840) – y de hecho avanzó hacia una república centralista o unitaria.

14Aunque la historiografía liberal fue la responsable de crear casi todo el panteón de héroes centroamericanos, esto no le tocó a Alvarado a pesar de su larga trayectoria a favor de la Independencia y la Federación. Fue un personaje invisibilizado primero por el medio en el cual se desenvolvió y segundo, por la historiografía que creó el ideario de los patriotas o héroes de la Independencia en Centroamérica.

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