ISSN 1954-3891

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Boletín 20 del 2006-05-04

Grupos sociales e instituciones en la región sur de Centroamérica

La relación entre elites socio-económicas y poder político ha sido un hecho omnipresente en la historiografía. Curiosamente, sin embargo, esta relación ha tendido a ser un supuesto del que se parte sin mayores criticismos. Ya el marxismo había asumido desde mucho tiempo atrás, que quienes detentan el poder, a grandes rasgos, son los mismos que controlan los medios de producción. Este mismo aserto, de manera implícita, se puede hallar también en la Historia Social braudeliana, que por mucho tiempo relegó el estudio de lo político para privilegiar aquello que hay de social y de económico en los conglomerados sociales humanos, dando de alguna forma por sentado, que el poder iba a estar siempre allí, emanando de los determinantes que establecieran las estructuras de larga duración. Otras escuelas de pensamiento historiográfico se han desenvuelto en una línea parecida: siempre la base determina la superestructura, a la cual se da por supuesta. Con todo, no cabe duda de que, cualquiera que sea nuestra opción teórico-metodológica, es imposible no entrever al menos que siempre existe una interconexión entre ambas cosas. Esta interconexión merece ser estudiada. Nos cabe pues hoy por hoy, después de los cataclismos teóricos producidos por las crisis finiseculares de paradigmas que hemos vivido recientemente, cuestionarnos si no hay algo más que decir sobre este particular, si no tenemos margen para preguntarnos algo más. Efectivamente, después de sufrir severos ataques y de enrumbarse por callejones sin salida -sobretodo en el plano de la historia antes llamada “de las mentalidades”-, la disciplina histórica ha aprendido a incorporar a su campo de trabajo los temas relativos a las construcciones simbólicas, a las representaciones sociales, a las prácticas culturales y, por supuesto, al rol central del actor social como estructurador de su propio devenir. Esto ha implicado, al igual que la renovación de los años 30 introducida por Bloch y Fèbvre, una transformación de los métodos y de la forma de aproximarse a los documentos. Nuevas opciones metodológicas como la prosopografía –resucitada después de casi un siglo de silencio con la intención precisamente de rescatar al actor y a lo cultural del peso de las estructuras sociales y económicas- han traído todo un conjunto de nuevas preguntas que se le pueden formular a los documentos y toda una nueva manera de plantear las problemáticas históricas. Con esto, la intención de situar la Historia “a ras del suelo”, en palabras del historiador Jacques Revel, de rescatar del olvido al actor y a sus prácticas culturales, ha venido a renovar la visión de las elites y de su relación con las instituciones en un marco que vaya más allá de la sola contigüidad supuesta entre ambas. Otras posiciones teórico-metodológicas pueden, sin duda, asumir también el reto que este análisis significa. El siglo XX presenció un gran cataclismo de civilización y no cabe duda de que el XXI presenciará aún muchos más, pero el abordaje sistemático de la temática del poder y de su construcción social desde una óptica teórica renovadora es definitivamente asunto urgente en nuestras sociedades globalizadas, donde nuevos y poderosos procesos sociales reestructuran las relaciones a las que por siglos habíamos estado acostumbrados.

Eduardo, MADRIGAL MUÑOZ

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Articulos
  • La elite colonial de Costa Rica de cara a las instituciones de poder colonial, 1600-1718
Tradicionalmente, las instituciones políticas han sido vistas por las diferentes corrientes y disciplinas de las Ciencias Sociales como entidades socialmente creadas para regir sobre las sociedades, pero externas a las relaciones sociales sobre las cuales rigen. Ha sido señalado que las sociedades occidentales se han desenvuelto por los últimos siglos dentro de un “paradigma estatal” (Lemperiere 2004), fuertemente influido por las ideas ilustradas, paradigma que encuentra su tope en el pensamiento hegeliano que veía en la institución estatal el máximo corolario de la vida en sociedad (Pérez Brignolli 1985). Un ejemplo, de gran influencia, por cierto, en los estudios de la política por las Ciencias Sociales del siglo XX es el pensamiento del filósofo francés Emile Durkheim. Situado claramente dentro de las coordenadas ideológicas de este paradigma, Durkheim propuso que, como los seres humanos poseen una conciencia similar, partiendo de esa conciencia definen leyes y crean institucione...
Eduardo Madrigal
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Diccionario
  • AYESTAS, Rafael Agustin
Rector del Colegio Seminario San Ramón de León, Nicaragua
Rafael Agustín Ayestas es una de las figuras nicaragüense fabricadas por los historiadores para conmemorar la historia de la Independencia, y en su caso, se trataba de celebrar en particular el despertar intelectual de su región de origen. Esta preocupación es perceptible en los trabajos del historiador Jorge Eduardo Arellano, quien se ha interesado en la vida del personaje en la medida en que sus acciones esclarecían el conocimiento de la histor...
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  • CAMPOS DIEZ, Juan de Dios
Fraile de la orden de San Francisco
Posiblemente, este fraile de la Orden franciscana, era nativo de Nicaragua. De acuerdo con las pocas huellas que dejó sobre su actuación política, tenía el perfecto perfil del rebelde. Lo encontramos por primera vez en 1807, en la ciudad de León, cuando recibió 12 pesos del deán de la diócesis de Nicaragua y Costa Rica, correspondientes al arancel de las misas que había de decir, en la iglesia de la Escuela de Cristo, por el alma de Marcelina...
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  • DEL CASTILLO, Florencio
Presbítero, canónigo en la Ciudad de Oaxaca
Aunque el Estado costaricense quiso poner a Florencio Del Castillo dentro de las filas de sus “beneméritos”, los redactores de la Historia General de Centroamérica no mencionaron su nombre. Este silencio es aún más sorprendente si se toma en cuenta lo que suele decirse sobre la actuación de este cura durante las Cortes de Cádiz en representación de los habitantes de la Costa Rica colonial. Jorge María García Laguardia por ejemplo, considera que f...
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  • ECHAVARRÍA NAVARRO, Domingo de
Presbítero, vicario juez eclesiástico de Cartago
Fue comisario delegado de la Santa Cruzada, vicario y juez eclesiástico desde 1664 hasta 1673. También fue mayordomo de la cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Estudió en Nicaragua y fue cura de León hasta 1657, cuando convino en trocar los beneficios con Diego de Obando y Espinoza, cura de Cartago y pidió que se aprobara este cambio al obispo Fray Tomás de Manso, recién electo, y volvió así a su tierra. En su testamento declara poseer...
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  • ECHAVARRÍA NAVARRO, Juan de
Tesorero juez oficial real de Costa Rica
Fue tesorero juez oficial real de Costa Rica y en su cédula de nombramiento se estipula que además sería regidor de la ciudad donde residiere el gobernador de Costa Rica, a partir de 1618 y hasta 1634. Era aparentemente originario del país vasco. Poseía un molino de pan moler que hipotecó en 1630 de mancomún con su esposa, hija de capitán Francisco de Ocampo Golfín e Inés de Benavides. Compró varios esclavos y en una ocasión vendió un solar en C...
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  • RIVERA Y FREYRE, José
Cura Párroco del Pueblo de Telica
Hijo de una familia acomodada, don José Rivera y Freyre fue durante mucho tiempo cura párroco del pueblo de Telica en el Obispado de León de Nicaragua. Reunía en 1816 las condiciones mínimas para poder acceder a una prebenda en el cabildo eclesiástico de cualquiera ciudad del Imperio por lo que le tocó vivir durante su estancia en América. La condición eclesiástica era el primer requerimiento, para el ingreso al cabido eclesiástico, puesto que ...
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  • SANABRIA MALDONADO, Juan de
alférez real regidor perpetuo de Cartago
Don Juan de Sanabria Maldonado era un peninsular, nativo de Extremadura, que llegó a Costa Rica a principios del siglo XVII, estableciendo en ella una interesante unión matrimonial con una descendiente de prominentes conquistadores y encomenderos. Fue nombrado procurador síndico de la ciudad en 1638 y confirmado en el destacado puesto de alférez real regidor perpetuo en 1640, aunque ya aparece ejerciéndolo en actas de cabildo desde el año anterio...
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  • SANDOVAL OCAMPO, don José de
Alcalde ordinario de Cartag