Ficha n°12

BUSTAMANTE Y GUERRA, José de



Cargo: Capitán General de Guatemala 1811-1818.

Caso: en 1798 con María del Pilar Azlor de Aragón.

Nació: el 1 de abril de 1759 en Ontañeda, Cantabria.

Murió: el 10 de marzo de 1825 en Madrid.

Padres: Joaquín Antonio de Bustamante y Rueda y Clara Guerra de la Vega y García Cobo , velados el 1 de setiembre de 1751 en Ibio, Santander.

Resumen: Una vida al servicio del absolutismo español empezó en 1759 en la provincia de Santander, donde nuestro biografiado José de Bustamante nació como hijo de una familia distinguida de esta ciudad cantabrina. Comenzó su carrera militar en noviembre de 1770 a la edad de apenas 11 años, cuando solicitó una plaza de guarda marina en la Isla de León. En junio de 1771 ya ascendido a Alferez de Fragata servió en varias campañas de mar en la escuadra al mando de don Pedro de Castejón. Emprendió su primer viaje a América pocos años más tarde cuando estuvo en Puerto Rico, Cuba y las Bahamas. Después de un corto viaje a Manila regresó a la Peninsula para ofrecer sus servicios en la guerra contra Inglaterra. Hecho prisionero fue conducido a Irlanda, pero pronto le permitieron su salida para España. En seguida, a pesar de una herida grave, retornó al teatro de la guerra para participar en el bloqueo de Gibraltar. En octubre de 1782 salió en una escuadra en persecución del Almirante inglés Howe, pero su barco fue muy dañado en una batalla librada cerca de Cádiz. Bustamante entonces preparó una proyectada conquista de Jamaica, lo que no llevó a cabo por la Paz de Paris en 1783. En los siguientes años desempeñó varias misiones en los mares del mundo y ingresó en 1784 en la orden de Santiago. Ya Capitán de Fragata tomó con su colega Alejandro Malaespina el plan de dar vuelta al mundo para lograr tanto progresos en las ciencias como mejoras de la construcción de barcos. Una vez aprobado el proyecto por el Rey a mediados de 1789, fueron construidos las corvetas "Descubierta" y "Alrevida" y Bustamante tomó el mando de la segunda. Zarparon de Cádiz, cruzaron el Atlántico hasta llegar a Buenos Aires, recorrieron la tierra entre el Río de la Plata y Cabo de Hornos y sigueron en su expedición sobre las Islas Marianas, las Filipinas, Macao, Mindanao, Nueva Guinea, las Nuevas Hebridas, Nueva Zelanda y el Archipiélago de los Amigos hasta el puerto de Callao, donde llegaron en junio de 1793. Descansaron solamente poco tiempo, pues partieron pronto para España, donde llegaron en setiembre de 1794 después de casi cinco años de haber salido. Bustamante fue recibido por el Rey en audiencia personal y en recompensa de sus servicios fue ascendido a Brigadier.

El 13 de setiembre de 1796 el Rey le nombró Gobernador Militar y Político de Montevideo, una ciudad del punto estratégico muy importante que el Rey confirió a un hombre tan experimentado como era Bustamante. Este se embarcó para América del Sur y tomó posesión de su nuevo cargo en febrero de 1797. No tuvo mucho tiempo de descansar, porque la guerra estallada contra Inglaterra y su aliado Portugal exigieron medidas energicas para la defensa de la ciudad. Habiendo superado esta situación critica gracias a la valentia de Bustamante, la Audiencia de Buenos Aires pidió al Rey para prorrogar por cinco años el periodo del gobernador. En febrero de 1804, habiendo expirado este tiempo adicional, Bustamante entregó el mando a su sucesor Pascual Ruiz Huidobro y se embarcó para España con caudales de Lima y Buenos Aires. Las cuatro fragatas a su mando fueron sorprendidas por los ingleses cerca del cabo de Santa María, aunque en aquel momento ambos paises se encontraban en perfecta paz. En la batalla librada el 4 de octubre de 1804 los ingleses volaron dos fragatas españolas y tomaron a Bustamante prisionero. Bajo su palabra de honor regresó a España, donde le esperó una investigación detallada de estos acontecimientos, pero no se comprobó omisiones evidentes de Bustamante. Absuelto en diciembre de 1805 fue nombrado Vocal de la Junta de Fortificación y defensa de Indias.

Después de la invasión francesa en 1808 nuestro biografiado abandonó Madrid por no querer prestar juramento al rey intruso José Bonaparte. Se puso al orden de la Junta Suprema Central de Sevilla que le ascendió a Teniente General. El Consejo de Regencia le nombró Presidente de la Audiencia de Charcas, luego de Cuzco, cargos que declinó por causas desconocidas. Pero sí aceptó en marzo de 1810 su elección como Capitán General y Presidente de la Audiencia de Guatemala, a donde se trasladó con su familia en la armada del almirante Fleming. Llegado a Veracruz desempeñó una misión por encargo del Virrey antes que se dirigió a nuestra provincia para tomar posesión de su nuevo empleo en marzo de 1811. Habiendo vivido en México la experiencia de las sublevaciones del Padre Hidalgo en setiembre de 1810, Bustamante estaba decidido desde el principio de impedir la difusión de las ideas revolucionarias en el Reino de Guatemala. Oprimió con mano dura los movimientos separatistas en San Salvador, León y Granada a fines del año 1811 y perseguió a las cabezillas, principalmente miembros de los ayuntamientos de las ciudades mencionadas. Se opuso a la constitución liberal de 1812, denunció a su sucesor nombrado Juan Antonio de Tornos, Intendente de Honduras, por supuestas tendencias liberales y así logró su confirmación en su puesto por Fernando VII. en 1814. Quejas continuas persuadieron al Rey de separarle de su empleo y nombrar a Carlos de Urrutia y Montoya como nuevo Capitán General, a quién Bustamante entregó el mando en marzo de 1818.

Pero aunque lo parece, don José no cayó en desgracia, sino al contrario. Retornó a España donde Fernando VII. le concedió la Cruz de Isabel la Católica y San Hermenegildo. En sus últimos años de su vida desempeñó altos cargos en la administración militar como Director interino de la Armada (mayo de 1820), miembro de la Junta de Almirantazgo (agosto de 1822) o Vicepresidente de la Junta del Fomento (abril de 1824). El 10 de marzo de 1825 murió este leal servidor de la causa del absolutismo real, quién siempre luchó a favor del mantenimiento del poder de la corona en América, lo que realizó consecuentemente en América Central. En la historiografía guatemalteca dejó la fama de uno de los más crueles gobernadores quién sofocó los movimientos separatistas ya en su origen. Pertenece a las singularidades de la historia que el Reino de Guatemala, consolidado bajo el egide de Bustamante en su adhesión a España, fue conducido apenas tres años más tarde a la independencia por un militar español quién fue el comandante de los realistas que combatieron los separatistas chilenos.


Autor de la ficha: Udo GRUB

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