Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1El primero de abril de 1819, todas las personalidades de la Provincia de Chiapa, más o menos vinculada con la difusión de las Luces en la villa de Ciudad Real, incluso algunos miembros de la élite local politicamente favorable al fin de la tutela real, se encontraban reunidos para abrir la primera sesión de la Sociedad Económica de los Amigos del Pais de la Provincia de Chiapas. Tal como la Sociedad de Amigos del País de Guatemala y otras Sociedades de este típo en América y en España, los chiapanecos aspiraban alcanzar el fomento, en su región, de las letras, las ciencias y las artes. La fundación de esta Sociedad fue el resultado de una nueva política impulsada por los diputados reunidos en Cádiz. El 9 de junio de 1815, el Rey Fernando VII expidió un decreto donde mandaba establecer, en todas las capitales de provincia, este tipo de corporaciones. En Chiapas parece que la propuesta recibió el apoyo del teniente letrado e Intendente interino Dr. don Carlos María Castañon y del obispo Dr. don Salvador San Martín, quien aceptó el cargo de director de la misma. Es probable que la influencia del fraile Matías de Cordova, entonces Superior de la recién creada Provincia de Santo Domingo, haya sido determinante ya que él actuaba como la figura intelectual de dicha Provincia, que se habia dado a conocer por la medalla de oro que ganó en un concurso literario organizado por la Sociedad de Amigos del País de Guatemala. El mismo día de apertura de sesiones se celebró una misa, a la cual el obispo no pudo asistir por indisposiciones de salud. El documento, además de dar cuenta del acontecimiento, contiene el discurso completo que pronunció el padre Matías de Córdoba en aquella ocasión. Es interesante subrayar cómo este mismo prelado resumió la actividad económica de la provincia chiapaneca: ”(...)incremento del pais en todos ramos, especialamente en los de la cochinilla, cacao de Soconusco, Tila, Quechula, è Istacomitán; añil de Tonalá, y palo de tinta del Palenque (...)”. El documento también es interesante por la copiosa lista de nombres y apellidos que contiene al final, puesto que está allí la esencia de los hombres que empujaron los cambios dentro de la Provincia de Santo Domingo.