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AFEHC : transcripciones : Carta pastoral del arzobispo Ramón Casaus y Torres á todos los Diocesanos de su Iglesia Metropolitana (1811). : Carta pastoral del arzobispo Ramón Casaus y Torres á todos los Diocesanos de su Iglesia Metropolitana (1811).

Ficha n° 3848

Creada: 19 enero 2015
Editada: 19 enero 2015
Modificada: 21 enero 2015

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Autor de la ficha:

Christophe BELAUBRE

Publicado en:

ISSN 1954-3891

Carta pastoral del arzobispo Ramón Casaus y Torres á todos los Diocesanos de su Iglesia Metropolitana (1811).

Esta carta pastoral esta firmada en el pueblo de Tapana el 24 de junio de 1811 poco tiempo antes de cruzar la frontera de la diócesis de Guatemala que Ramón Casaus y Torres va dirigir entre 1811 y 1829 antes de ser expulsado por las fuerzas liberales del General Francisco Morazán. Se nota el compromiso político del padre Casaus y Torres quien anuncia claramente su deseo de mantener el Reino de Guatemala bajo la autoridad del Rey. Una copia del documento esta conservada en el archivo histórico de la diócesis de Guatemala en la colección llamada Larrazábal.
Palabras claves :
Carta Pastoral, Nueva España, Diócesis, Diocesanos
Autor:
Ramón Casaus y Torres
Fecha:
1811-06-24
Texto íntegral:

1Carta del ILLMO. Sr Dr. D. Fr. Ramón Casaus y Torres Obispo de Rosen, y Arzobispo Electo de Guatemala, á todos los Diocesanos de su Iglesia Metropolitana.

2Deseando cumplir con lo que me ruega y encarga en nombre del Rey nuestro Sr. D. Fernando VII. el Supremo Consejo de Regencia de España é Indias, de que en recibiendo su Real Despacho, y admitiendo la Mitra de la Sta. Iglesia Metropolitana de Guatemala, me encamine sin demora á ella, emprendí al instante mi viage, aunque la estación de aguas habia ya comenzado.

3Quise acreditar asi, tanto mi gratitud y ovediencia á la soberana dignación y voluntad, como el ardiente amor á la Grey preciosa que el Cielo me destina, y que nuestro suspirado Monarca y el zeloso Gobierno que nos rige confian á mi cuidado. Sin volver hácia mi los ojos, sin mirar á mis débiles fuerzas para un cargo tan honroso y sublime, como terrible y arriesgado; y sin atender á mi delicada complêxion me sugeté á las ordenes de la divina Providencia , confiado en que pues me llama á un Ministerio tan árduo por unos medios extraordinarios, é imprevistos, me dará esfuerzo, suplirá con su gracia mi total insuficiencia, y le será acepta mi ciega y pronta sumisión, sin detenerme un punto en otras consideraciones que me hicieran vacilar, ó al menos suspender por ahora tan larga peregrinación.

4Y ya llegaba á los confines de ambos reynos, vencidas en 14. jornadas las asperezas de un sin fin de montes escarpados ; ya había vadeado doce, ríos caudalosos y muchos torrentes y barrancas profundas; ya había pasado felizmente por tantas alternativas de temperamentos quantos eran los días y las horas de camino; quando Dios dispone que [Fol 2] al tocar la raya de la que miro como tierra de promision , me detenga para contemplarla de cerca , y suspirar con mas ansia por el objeto y termino de mi viage penoso y de mis ardientes deseos.

5En el ultimo pueblo del reyno mexicano , en el miserable Tapana , quédo aislado en una ruin[sic] choza, sin poder dar paso adelante. Quatro dias há que parece se han abierto las compuertas del ciclo, enviando torrentes que lo han anegado todo. Los campos son mar al rededor de mí: no se divisan los montes: el sol ha retirado su lumbre cubriéndose con nubes espetas. La imagen del Diluvio se ofrece por todas partes. Las bestias y las aves han quedado inmobles ; y los hombres vuelven espantados sus ojos al firmamento.

6Mientras aparece el Iris, que anuncie la serenidad, y yo pueda proseguir mi marcha, no me resta para mi desahogo y alivio mas facultad que la de transmitir mi pensa¬miento á donde lo impele la vehemencia de mi amor paternal.

7Amados Guatemaltecos; pienso en vosotros: hablo con vosotros, y os repito lo que el Apostol entre Sus angustias trabajos, tristezas y necesidades decia á los de Corintho: nuestra boca está abierta para vosotros: nuestro corazón se ha dilatado. No estáis estrechos en nosotros… os hablo como á hijos. Dilatamini et vos.”

8Desde aquí hago quantos esfuerzos puedo para poneros patentes los sentimientos de mi corazón, y por que roe correspondáis con igual afecto. Sin este lazo de la caridad mútua, ni harmonía, ni paz, ni contento puede haber en los que debemos formar la espiritual familia y sociedad de ciudadanos de los Santos y domésticos de Dios. Si yo no os amase como padre , y si como de buenos hijos no me prometiera la reciprocidad de este mismo amor puro y desinteresado ; cada paso que diese hacia ese venturoso suelo sería aflicción y tormento para mi alma, y un preludio de grandeza congojas y desventuras para lo por venir. Mas Dios me es testigo de que esperé desde mi nombramiento para ser vuestro Pastor y padre, que había de encontrar en vuestros [Fol. 3] corazones un lugar tan espacioso, como el que desde luego ocupasteis en el mió. Mis entrañas se dilataron al considerar que en medio de tan grandes extravíos y prevaricaciones de muchos pueblos de la America, á mí me deparaba el Señor una Diócesis tranquila, modelo de lealtad, docilidad, y virtud : un Clero exemplar de moderación y modestia, ilustrado y celoso : unas Comunidades, asilos de la inocencia , y juntamente escuelas de penitencia : unos Cuerpos donde a la par compiten el zelo por el bien publico, y la habilidad y ciencia para promoverlo ; porque el carácter decidido de los Guatemaltecos era la probidad sin ficion, y un amor entrañable é incontrastable á la Religión, al Rey, y a la madre-patria, con el debido respeto y ovediencia á las lexitimas Autoridades, como emanadas de la divina ordenación.

9Sobreabundó mi gozo al saber con quanta prudencia y discreción ha sido gobernada ésa Santa Iglesia en la larga sede-vacante ; y como se ha conservado el espíritu luminoso y benéfico de mis Santos predecesores, sin menoscabo, antes con acrecentamiento en días tan borrascosos; y quinto abundan la luz y el consejo en el Illmo. y venerable Cuerpo , que forma mi Senado , y en los respetables Curas , mis activos coadjutores.

10Sé para colmo de mi alegría en el Señor que en el supremo tribunal de Justicia de ése reyno la balanza de Astrea está puesta en manos pura é inflexibles, y el augusto código de las leyes en las que dia y noche lo manejan para hacer que se observen fielmente.

11Al fin por experiencia propia puedo asegurar, que és noble, que es ingenuo , íntegro y generoso, patriota verdadero, Español á toda prueba el que tiene las riendas de ése supremo mando, y representa dignamente la bondad de nuestro Monarca augusto; y vosotros habéis experimentado, que su zelo, vigilancia y desinterés os afianzan una de las épocas mas felices que haya visto Guatemala.

12Dichoso yo una y mil veces, si puedo emular y copiar tantas virtudes, obrar según tan poderosos estímulos, llenar mis propios deseos, y colmar vuestras mismas esperanzas. [fol. 4] Afortunada será mi suerte, deliciosa mi vida, si lógro en el orden espiritual promover aun el bien, arraygarlo, extenderlo , y conseguir que el Cielo bendiga mas y mas esa herencia incontaminada, que hasta ahora ha preservado de las asechanzas del maligno.

13Desde estos encumbrados riscos, que son los linderos de ambos reynos, vuelvo una y mil veces los ojos arrasados en lagrimas hacia el pais que déxo, y en el que había logrado 23. años de vida sosegada y apacible, siendo tes¬tigo de su felicidad y abundancia; de lo que habían progresado las ciencias y las artes; de los arbitrios varios que la industria ofrecía á toda clase de gente laboriosa; y de que no podían quejarse de mala suerte sino los indolentes y viciosos que no deben tenerla buena en parte alguna. Traygo aquí a la memoria las innumerables gentes de todas clases, y de todas las provincias de N. E. con quienes he vivido, ó a quienes he tratado en mis viages, y en el exercicio de mi ministerio. Un mundo se me apiña en la imaginación; y recuerdo con placer las prendas y virtudes, el despejo v talento, la dulzura y amabilidad del mayor numero. ¡ Tanta unión y conformidad en genios y pareceres! Tanto esmero en amarse y favorecerse! ¡ Dulzuras inocentes de la humana sociedad! ¡‘Vinculos sagrados, que creía indisolubles! Ataduras que me parecían estrechadas y fortalecidas con el mismo sacudimiento que ha hecho bambolear otros países del nuevo mundo, y desquiciarse todos los del antiguo continente; menos la heroyca España, mas firme y gloriosa entre los embates de la tormenta unibersal, y modelo sublime de constancia y pundonor, de lealtad y Religión, digno de que a porfía lo imitasen los pueblos mas remotos, que han tenido la dicha y la gloria de pertenecer á tan noble y generosa Madre!

14Pero ¡ ay! que desde estas mismas cumbres diviso hoy una extensión de ochocientas leguas de este mismo imperio, antes tan floreciente, reducida en ocho meses á una vasta soledad; donde el odio, la impiedad y furor sanguinario de un Belial, y de unos quantos hijos de Belial, hombres sin yugo, [fol. 5] sin ley, sin honor, sin religión, hipócritas antes (cuyo maligno ingenio ya había traslucido) y después fieras desenfrenadas y rabiosas, han causado indecibles daños, y han reducido á la horfandad y miseria inumerables familias; y á la desesperación ultima los pueblos mas ricos de las mis¬mas provincias, que abortaron á tales monstruos. Contemplo estremecido la ira de Dios derramando la copa de su justa indignación sobre las gentes que han prevaricado; sobre los insensatos que se han dexado alucinar por unos freneticos ambiciosos ; sobre las miserables chusmas, que convidadas por quatro sacrilegos apostatas del Altar al robo, y al asesinato, talaron en quatro dias los campos abundosos, saque¬aron las casas ricas, destruyeron los minerales inagotables, rompieron los instrumentos de las artes y labranza, perjudicaron al Rey y á los particulares en mas de cincuenta millones de pesos, y lo que excede toda ponderación, y no puede escribirse sino con lagrimas de sangre, han derramado la de dos mil hombres honrados, é inocentes, que eran sus bienhechores y Padres, y la han derramado con quanta atrocidad y escarnio no habían imaginado aun los Dociecianos, y Nerones.

15Lléno de horror y de compasión aparto mi vista de objetos tan dolorosos; y en el postrer á Dios que digo á una región que tanto he amado, y que jamas olvidará mi corazón, traygo conmigo el consuelo de que la borrasca cesa; los malvados autores de ella, con quienes he lidiado en este tiempo con la pluma, al fin pagan á la justicia divina y humana los males que han hecho; y el infame hidalgo, con los ruines tigres de su comitiva , ahora mismo á distancia de 700 leguas espía en un patíbulo el cúmulo de sus maldades; y aun le ofrece esta divina Religión, que tanto ha profanado, los recursos para salvarse, que él con odio infernal negaba á las victimas que iba sacrificando.

16Bendito sea Dios, Padre de toda consolación , que ha hecho cesar esta tribulación amarga, y que ha revestido de su fuerza y sabiduría al inmortal Virrey Venegas, que sera proclamado el Padre, y el feliz reconquistador la N. E., y el loor de su nombre se extenderá á los insignes Generales que eligió con tanto acierto, para pacificar e [fol. 6] reyno, sostener á la Justicia, amparar á los inocentes perseguidos y contener el desorden , que á modo de torrente asolador iba á precipitar el Estado y la Religión en un abismo de calamidades. Asi pudiera esculpir en bronce, ó gravar en estas altas peñas los votos que dirijo al Altísimo por el total restablecimiento del orden y de la tranquilidad publica en un imperio, que de suyo brinda con todas las artes de la paz, y donde pueden ser felices quantos no sean enemigos de Díos y de los hombres… El Cielo le restituya la serenidad después de tan desecha borrasca, y quéde para siempre limpio ese suelo de los insectos ponzoñosos, que á merced de las tinieblas y confusión civil se prometían aun impunidad en sus crímenes atroces, y nuevas ocasiones de esparcir tu veneno, hasta en las afortunadas ciudades y provincias (como la que déxo de Oaxaca), en que no habían penetrado sus astucias y maldades, rateras y enconosas.

17Y ahora volviendo mi vista hácia la mansión de la paz y fidelidad inalterable, hácia á ti, dichoso reyno de Guatemala, me valdré de las expresiones de S. Pablo á los Tesalónicenses: “yo, hermanos mios, privado un poco de tiempo de vosotros, de vista, no de corazón, me he apresu¬rado mucho con mucho deseo para veros en persona, por que ¿qual es mi esperanza, ó mi gozo, ó la corona de mi gloria? ¿Por ventura no sois vosotros ante nuestro Señor Jesu-Christo? Ciértamente vosotros sois mi gloria y regocijo (c. 2.). Con las palabras del Apóstol quiero descubriros mas mi pecho. No, no busco vuestras casas, sino á vosotros mismos: deseo la salvación de las ovejas que J. C, Obispo y Pastor de las almas me encomienda. Bienes caducos, honras momentáneas, conveniencias temporales se disipan como humo prontamente, y son fines muy mezquinos para un ministerio celestial, y para quien carga con las fatigas principales de él. Solo en la eternidad está nuestra paga y recompensa: y lo que el Señor ños conceda en los dias de nuestra corta peregrinación deberá ser para compartirlo con nuestros hijos y hermanos;

18 Un buen Padre no puede tener miras interesadas que [fol. 7] excluyan à sus hijos; ni puede ser feliz sino con la felicidad de ellos.

19Baxo esta imagen os represento acá en mi interior, y asi ocupo las tristes horas del dia, y las tan perezosas de la noche, mientras el tiempo se serena, y puedo volar á vuestros brazos, á protestar con las obras la realidad de mis intenciones y afectos.

20“Estando pues ciertos de que estais llenos de caridad, llenos de todo saber, os hé escrito con esta confianza ( ad Rom. 15 v. 14 y 15 ) que pudiera parecer á otros osadía. Audacius scripsi vobis. Y ruegoos (concluyo con el mismo Apostol, ibid.) por nuestro Sr. Jesu-cristo, y por el amor del Espiritu Santo, que me ayudéis con vuestras oraciones por mi á Dios para que yo venga á vosotros con gozo, por la voluntad de Dios, y sea recreado y pueda respirar con vosotros. Y el Dios de la paz sea con todos vosotros. Amen.”
Tapana 24 de Junio de 1811.

21FR. RAMÓN OBISPO DE ROSEN,
Arzobispo Electo de Guatemala