Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1En su estudio crítico y laborioso, Hall extrae una cantidad masiva de información difícil de obtener fuera de Costa Rica, la cual citó cuidado­samente en su extensa bibliografía. Su aproximación a la geografía regional es histórica, muy consciente de los matices y las conexiones de la localidad, pero también es, según la propia autora, integral y dinámica. Hall describe la manera en que los pueblos indígenas convivieron antes del contacto “por miles de años en un ambiente tropical que los europeos y sus descendientes explotaron tan destructivamente”. Sin embargo, el avance europeo fue lento y esporádico, ya que el período colonial se caracteriza por “las fases alternas de expansión y retroceso” (véase Denevan 1961). Hall reconoce, no sin cuestionarla, la estimación de Denevan de 400,000 indígenas al momento del contacto, e indica un descenso continuo en la población nativa que fue de 17,000 en 1569 a 2,500 en 1950, regis­trando desde entonces un aumento a entre 15,000 y 20,000 en 1978. Logró disipar el mito de que la población de Costa Rica fue predominantemente de carácter blanco. Esta designación no es exacta y está en conflicto con los hechos históricos y las investigaciones modernas. Hall asegura que Costa Rica “pertenece más bien a la categoría mestizo-americana, donde la mezcla racial profunda iba acompa­ñada por la implantación del estilo de vida europeo y el desarrollo de una sociedad hispanoamericana culturalmente homogénea”. La evidencia de grupos consanguíneos indica una población que hoy es “aproximadamente 40% europea, 48% negra y 12% de origen indígena”.

2El texto de Hall se encuentra disponible en español bajo el título de Costa Rica: Una interpretación geográfica con perspectiva histórica (San José: Editorial Costa Rica, 1984).