Ficha n° 3279
Creada: 02 mayo 2013Editada: 02 mayo 2013
Modificada: 02 mayo 2013
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Autor de la ficha:
George LOVELLEditor de la ficha:
Christopher LUTZEl mestizaje: La sociedad multirracial en la ciudad de Cartago, 1738–1821.
- Palabras claves :
- 1738–1821, Cartago, Mestizaje, Endogamia, Exogamia, Bautismos, Legitimidad, Ilegitimidad
- Categoria:
- Inédito
- Autor:
-
María de los Ángeles Acuña León
- Editorial:
- Universidad de Costa Rica, Facultad de Ciencias Sociales
- Reseña:
-
1En la obra se presenta una apreciación de la mezcla racial que ocurrió en la ciudad de Cartago. Fue realizada por medio del análisis de los libros de bautismos y actas de matrimonio de la Parroquia de Cartago que se encuentran en el Archivo de la Curia Metropolitana en San José. Acuña y Chavarría también consultaron los protocolos (registros notariales) y mortuales (testamentos) coloniales del Archivo Nacional de Costa Rica. En el Capítulo 4, titulado “Endogamia y exogamia”, las autoras ofrecen un estudio perspicaz de las leyes españolas que regían el matrimonio, enfocando especialmente en su evolución y adaptación a las condiciones sociorraciales de la América española. Se discute detalladamente el matrimonio en Cartago, particularmente durante las ocho décadas anteriores a la Independencia. El número de matrimonios aumentaba en la medida en que Cartago crecía, según lo refleja la evidencia que se presenta en intervalos de cinco años entre 1738 y 1821. Puesto que se carece de padrones, como en el caso de Santiago de Guatemala (véase Lutz 1982a), el crecimiento de la población se manifestó en el incremento de matrimonios y bautizos.
2Acuña y Chavarría determinan el grado de endogamia y exogamia basándose en porcentajes de la cantidad de personas que se casaron dentro y fuera de su ambiente sociorracial. Lutz (1982a) comparte un interés similar en los patrones matrimoniales vigentes en la época colonial, pero los métodos de cálculo que emplea son diferentes, por lo que resulta difícil comparar directamente la experiencia de Cartago con la de Santiago.
3Sin embargo, nos atrevemos a afirmar que las proporciones de endogamia española y de casta fueron mayores en Cartago que en Santiago. A mediados del siglo XVIII aumentaron los porcentajes de exogamia y el número absoluto de matrimonios de casta en Cartago. Para finales del mismo siglo, la cantidad de matrimonios exógamos disminuyó, mientras que el incremento de los endógamos continuó, especialmente entre los mulatos libres. Los mestizos constituyeron el grupo étnico más grande que se encuentra representado en las actas matrimoniales de Cartago, a diferencia de Santiago de Guatemala, donde la presencia de los mulatos libres fue conspicua desde 1680. En el siglo XVIII disminuyó gradualmente la cantidad absoluta de españoles. Sin embargo, el descenso en sus porcentajes fue aún más drástico, pues la cantidad de mestizos aumentó rápidamente, mientras que los mulatos libres continuaron disminuyendo. Durante las primeras décadas del siglo XIX se hicieron evidentes ciertas tendencias similares.
4Otro aspecto que toman en consideración es la legitimidad e ilegitimidad. La legitimidad de casta entre las personas nacidas en Cartago fue mucho más alta que en Santiago; por el contrario, la ilegitimidad fue mucho mayor en Santiago que en Cartago. Este contraste refleja una concentración considerable de descendientes africanos, esclavos y libres, en Santiago y consecuentemente el carácter heterogéneo y jerárquico de su población.
En su estudio de los niños bautizados que provenían de matrimonios exógamos, las autoras descubren un patrón en el que las mujeres solían casarse con miembros de un grupo étnico “inferior”, debido a lo que Acuña y Chavarría identifican como “rechazo” por parte de los varones de su mismo grupo étnico. ¿Qué clase de comportamiento podría sugerir este patrón? Las autoras señalan el hecho de que, por lo general, los niños recibían la misma identificación étnica que tenían sus madres. Una forma directa en la que los varones podían asegurar una categoría sociorracial más alta para sus descendientes era casándose y teniendo hijos con mujeres que fueran “superiores”, social y étnicamente. Esta tendencia también prevaleció en los casos de uniones informales. Las autoras manifiestan que muchas mujeres mestizas fueron rechazadas por varones de su misma condición, razón por la cual tendían a optar por uniones informales, tal como lo reflejan los altos porcentajes de hijos ilegítimos de una madre mestiza y un padre desconocido.5Según Acuña y Chavarría, durante el siglo XVII en Cartago, los mulatos libres constituían 10.26% de todos los bautizos; en el período de 1738 a 1821 representaban 11.63%. Nuevamente resulta difícil hacer una comparación con Santiago, ya que aquí los mulatos libres se concentraban bajo el rubro de gente ordinaria junto con otras castas libres, negros y mulatos esclavos y naboríos indígenas. Sin embargo, los cálculos de Lutz sugieren que la población de ascendencia africana fue mucho más significativa en Santiago que en el caso de Cartago. Como consecuencia de las numerosas uniones entre mestizos y mulatas libres, a muchos niños se les identificó como “mulatos blancos”, término que no encuentra Lutz en Santiago de Guatemala, hasta 1773, ni tampoco Langenberg (1981) en la Nueva Guatemala de la Asunción, hasta 1824.
6La ilegitimidad fue mayor entre los mulatos libres que entre los mestizos, lo que sugiere a las autoras que mientras más se descendía en la jerarquía social de Cartago, más alto era el promedio de ilegitimidad. También se observa un incremento en la proporción de la mezcla racial. Observaciones generales como ésta favorecen la lectura ilustrativa y agradable. Son, en fin, un buen reflejo de un sistema universitario que estimula a los estudiantes a producir trabajos de tan alta calidad.
7El trabajo de Acuña y Chavarría también se puede consultar en “Endogamia y exogamia en la sociedad colonial cartaginesa, 1738–1821”, en Revista de Historia, 23 (1991):107–144 y en “Cartago colonial: Mestizaje y patrones matrimoniales, 1738–1821”, en Mesoamérica, 31 (1996):157–179.
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