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AFEHC : bibliografia : Atlas de l’Amérique latine. Violences, démocratie participative et promesses de développement : Atlas de l’Amérique latine. Violences, démocratie participative et promesses de développement

Ficha n° 1247

Creada: 29 octubre 2006
Editada: 29 octubre 2006
Modificada: 15 enero 2011

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Autor de la ficha:

Felipe ANGULO

Publicado en:

ISSN 1954-3891

Atlas de l’Amérique latine. Violences, démocratie participative et promesses de développement

Obra cartográfica realizada y publicada en Francia sobre la realidad contemporánea de América Latina, desde la perspectiva de las ciencias políticas.
Palabras claves :
Catrografía, Atlas, América Latina, Historia contemporánea, Ciencias políticas
Categoria:
Libro
Autor:

Olivier Dabène (dir.)

Editorial:
Autrement
Fecha:
Junio de 2006
Reseña:

1Olivier Dabène (dir.), Atlas de l’Amérique latine. Violences, démocratie participative et promesses de développement, Paris, Autrement, 2006, 80 p.

2Son abundantes los trabajos sobre el conjunto de América Latina publicados desde hace tiempo, tanto en Europa como en las Américas. Sin embargo, de acuerdo a nuestros conocimientos sobre el tema, no existe una obra en donde la cartografía ocupe un lugar central en el discurso sobre este continente, exceptuando la importante obra de Francisco Morales Padrón, Atlas histórico cultural de América, Las Palmas de Gran Canaria, Comisión de Canarias para la Conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América, Consejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, publicado en 1988, hace casi dos décadas. A pesar de su importancia, el trabajo de Morales Padrón nos parece limitado por las técnicas de representación cartográfica utilizadas, sin colores y con variables y símbolos poco atrayentes, con relación a las posibilidades que ofrece, por ejemplo, la semiología gráfica. Cabe destacar el atlas histórico de América Central publicado en inglés, reseñado en este mismo espacio: Carolyn Hall, Héctor Pérez Brignoli y John V. Cotter (cartógrafo), Historical Atlas of Central America, Norman (Oklahoma), Oklahoma University Press, 2003, 321 p.

3El atlas de Olivier Dabène es el resultado de un proyecto colectivo del primer ciclo de estudios del Instituto de Estudios Políticos (IEP) de París en Poitiers (2), en el que colaboraron entre otros varios latinoamericanos: Carmen Cañas, Débora García, Ilona Lecerf, Daienne Machado, Nara Melo, José Monroy Totah, Lionel Moreira, Pedro Neiva Bothelo, Dennis Petri, charlotte Rault, Annaïta Shirin-Zadeh y Lucien Tallet. Aurélie Boissière, geógrafa y cartógrafa, se encargó de la cartografía.

4Se trata de una obra de 80 p., importante pues hasta ahora no había sido publicado un trabajo de cartografía reciente, dedicado exclusivamente a América Latina desde el punto de vista de las ciencias sociales y humanas. En el área de estudios latinoamericanistas tiene el mérito de llenar ese vacío. También es una síntesis sobre la historia y la realidad contemporánea de esta región del globo, muy útil por el carácter claro y rápido que representa la lectura de este tipo de documento que son los mapas entendidos como sistemas gráficos. Mucho menos voluminoso que su antecesor ibérico, se diferencia igualmente por una perspectiva más cercana a la geografía y las ciencias políticas que de la historia. Se busca entender mejor la situación actual del continente en su diversidad, a partir de mapas temáticos, y en ese orden de ideas el sentido general del atlas se proyecta del presente hacia el pasado; la historia es representada en función del presente. Es decir que no se trata de un atlas histórico de Améria Latina, aunque su punto de partida son los “legados históricos”.

5Pretendiendo mostrar las características del “desarrollo desigual de estas 22 naciones”, el atlas está organizado en seis partes, siguiendo un criterio más temático que cronológico: “legados históricos”, “espacios, recursos y poblamiento”, “características del desarrollo”, “expresiones y creencias”, “los estilos políticos” y “América Latina y el mundo”. Cada una de estas partes se estructura en varias unidades temáticas, desarrolladas en dos páginas que comprenden una introducción general al tema, mapas acompañados de textos cortos que explican lo esencial de cada temática, cuadros con datos, cronologías, y una cita de alguno de los actores de los procesos evocados o de conocidos investigadores. La obra se cierra con una conclusión general que hace un balance sobre la situación en 2006, mapas sobre los estados y la geografía física del continente, algunas biografías, definiciones, una bibliografia básica y principalmente francesa, un listado de sitios Internet, y las fuentes de las citas.

6Cada unidad temática explica los grandes razgos de evolución de procesos económicos, políticos, sociales, culturales. Los mapas ocupan un espacio central en la explicación de cada fenómeno, en interacción con textos y cuadros. La gran mayoría muestra un fenómeno a escala del continente, y con menos frecuencia representan casos particulares. En cuanto a los textos, siempre enmarcados para diferenciarlos de los otros textos y documentos, y van de los aspectos generales del problema a conceptos más específicos, luego a casos particulares o locales que los autores estiman representativos o bien excepcionales (un país, una región o una ciudad por ejemplo). Los países evocados con mayor frecuencia son Brasil, México y Argentina.

7Pensamos que se privilegian los aspectos económicos y políticos, si bien las experiencias sociales y culturales también son tratadas. Las relaciones de Latinoamérica con Europa, los Estados Unidos y el resto del mundo ocupan así mismo un lugar importante. La conclusión: “América Latina partió bien, esta vez” (72), presenta un balance a la vez consciente de los límites del desarrollo debido al peso de herencias negativas que perduran, pero con algo de optimismo, al afirmar que el porvenir se proyecta con una perspectiva esperanzadora: el progreso de la democracia en las últimas décadas es el mejor instrumento que han alcanzado los latinoamericanos para construir un futuro mejor.

8Pasemos a algunos apuntes críticos, que también son el objeto de este ejercicio. La redacción del libro es simple y concisa, clara y lúcida. Sin embargo, en cuanto al lenguaje utilizado, podemos lamentar que la obra esté en francés y no en alguna de las lenguas mayoritarias de la región a la que se refiere, aunque no deja de ser positiva la difusión del conocimiento sobre Latinoamérica por fuera de sus fronteras. En lo que se refiere a la terminología utilizada, también notamos el uso de varios anglicismos, lo que nos lleva a preguntarnos si no existen términos equivalentes a los empleados en francés: “agrobusines” (26-27), los “gangs” urbanos (42-43), cuando se habla de “la desilusión política de los outsiders” (52-53) o del Brasil como un global trader (70). Además se enfatiza en que algunos índices del continente lo hacen un “campeón” a nivel mundial: México y Sao Paulo entre las ciudades más grandes del mundo (24), “el continente del mundo en donde las desigualdades son más importantes” (29), “una de las regiones del mundo más marcada por las desigualdades” (32), “la región es considerada con frecuencia como una de las más violentas del mundo” (42), es el continente que cuenta “el mayor número de sistemas de integración regional” (58) y que “conoce la mayor cantidad de conflictos de fronteras en el mundo” (60); por su lado Brasil es “el quinto país más grande del mundo por su población y su dimensión” (70). Estas ideas pueden ser ciertas y en general la obra nos da una idea acertada de la posición del continente en el planeta. Pero estas afirmaciones dan también una imagen de caricatura del mismo.

9Si bien el libro tiene una bella apariencia, una buena calidad de papel y se usan colores que distiguen cada una las grandes partes, los mapas son a veces demasiado pequeños, y las diferencias de un mismo fenómeno, representadas con gamas distintas de un mismo color, son a veces dificilmente perceptibles. La bibliografía es de carácter general lo cual está en acuerdo con el espíritu de una obra de referencia que debe conducir a trabajos más detallados.

10Pasemos, para terminar, a algunos problemas puntuales. En el mapa sobre la organización política en el siglo XVIII (6), el “virreinato del Brasil” aparece con las fronteras actuales de este país, a diferencia de sus vecinos hispánicos, aunque sabemos que esas fronteras fueron bastante vagas durante la colonia y todo el siglo XIX. La misma situación se presenta en la representación cartográfica de las insurrecciones en América del Sur (8): las fronteras de los virreinatos de Suramérica aparecen al lado de las del Brasil de hoy. En todos los otros mapas de los siglos XIX a XXI encontramos las actuales fronteras de todos los países.

11La expresión “imperios indios” (9) para hablar de la situación de las poblaciones indígenas en el momento de las independencias parece un anacronismo. En la misma página, el mapa en el cual aparece el Imperio mexicano no incluye los territorios de los futuros estados centroamericanos, a pesar de que la antigua Capitanía General de Guatemala formó parte oficialmente del Imperio hasta su disolución en 1823. En este mismo mapa aparece que España cedió la Florida en 1816; este hecho se produjo luego del tratado de 1819 entre España y Estados Unidos. Sobre los movimientos independentistas y sus grandes figuras, se lee que “en 1817, Simón Bolívar reunió un congreso en Angostura que declara la independencia de Venezuela en 1819” (9); en realidad, Bolívar abrió el Congreso en febrero de 1819 y proclamó en diciembre, luego de la victoria de Boyacá en la Nueva Granada, la fundación del Estado de Colombia (la Gran Colombia) que reunía la Nueva Granada (incluyendo Panamá), Venezuela, cuya independencia no se logró del todo hasta 1821, y Ecuador, liberado en 1822.

12El caso de Colombia en el mapa “guerrillas y golpes de Estado preventivos” (15) da a entender que la “fecha de aparición de la guerrilla” en 1959 se debió al movimiento obrero, sin embargo en esta fecha y hasta nuestros días, la insurrección armada ha sido de origen agrario o campesino, primero cercana al partido liberal. A finales de la década de 1950 las guerrillas liberales experimentan una doble mutación, hacia el bandolerismo y hacia el comunismo, transición esta última que culmina con la creación de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en 1964, y no en 1966 como aparece en este mapa. Por su lado, el ELN (Ejército de Liberación Nacional) fue creado en 1965 y no en 1964. En el cuadro sobre las violencias políticas desde los años 1970 (42), las fechas de creación de estos dos movimientos y del EPL (Ejército Popular de Liberación) son correctas.

13La introducción de la parte “Regionalismo: etapas y modalidades” (58) se lee que “la unificación de las antiguas colonias portuguesas y españolas era el sueño del líder independentista Simón Bolívar desde 1826”. Esta fecha corresponde al famoso congreso de Panamá que el Libertador convocó en 1824, pero Bolívar habla de su “sueño” desde el documento conocido como la Carta de Jamaica, fechada el 6 de septiembre de 1815 en Kingston: “Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria .”

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