Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1«Marzo 17/657.
EL REY
Conde de Santiago de la Limaya Pariente, mi Gobernador y Capitán General de la Provincia de Guatemala y Presidente de mi Audiencia de ella. Don Andrés de Arbieto Zaeta que fue mi gobernador de la Provincia de Nicaragua, en carta de trece de diciembre de al año pasado de seiscientos y cincuenta y tres, me dio cuenta del estado en que se hallaba aquella provincia, y que por ser su fundación en el comedio del Mar del Norte y Sur, por donde se comercia a Panamá y Reino del Perú, es de la importancia que se deja considerar y la falta armas con que se hallaba por los robos que había hecho el enemigo francés, y que en conformidad de las órdenes que la Audiencia tenía dadas, había reducido y recogido los mulatos, mestizos y negros libres que andaban vagabundos y derramados por la provincia, y que los quedaba poblando en cuatro lugares, cerca de las ciudades de aquel gobierno y villa del Realejo a su costa; y otros dos lugares de indios vagabundos que andaban huidos de sus pueblos. Suplicóme se le enviase despacho para buscar efectos que no fuesen de mi hacienda para compra de armas para la defensa de la tierra. Y habiéndose vista por los de mi Consejo de las Indias, con ciertos testimonios de autos que vinieron con la dicha carta y lo que sobre todo pidió el doctor don Pedro de Gálvez, mi fiscal en él, como quiera que por cédula de la fecha de esta, envió a mandar a don Sebastián Bravo de Camerana, mi gobernador de aquella provincia, sucesor del dicho don Andrés de Arbieto, lo que ha parecido conveniente en orden a la población y reducción de los indios y mulatos. También le ordenó que para buscar efectos para la compra de las armas se corresponda con vos para que habiéndoos informado con verdad y seguridad de la necesidad que hay de ellas, también busquéis el medio menos dañoso que pueda haber para remediarla, mirando en primer lugar que no salga de mi hacienda y que sea por tiempo limitado, y al dicho don Sebastián Bravo de Camerana le ordeno se corresponda con vos y os proponga en lo uno y en lo otro lo que pareciere más conveniente para que lo ejecutéis lo mejor y que más importe a mi servicio. Hecha en Madrid, a diez y siete de marzo de mil y seiscientos y cincuenta y siete años.
Yo el Rey.
Por mandado del rey nuestro señor
Gregorio de Lepina.
Al presidente de Guatemala, sobre buscar medios que no salgan de la real Hacienda para comprar armas para la provincia de Nicaragua»