Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1[Documento incompleto]
«... en la Historia de Nuestra Señora del Pilar a folio 501 cita, entre varias cosas, los Santos Aragoneses que son 51:
—San Vicente arcediano de Zaragoza, a 11 de enero
—San Valero, obispo de Zaragoza, a 28 de dicho mes
—San Teodoro, discípulo de Santiago y obispo de Zaragoza después de San Atanasio, a 14 de marzo.
—San Braulio, obispo de Zaragoza, 26 de marzo
—Santa Engracia y sus compañeros, a 26 de abril
—San Orencio, obispo de Aux, a 1 de mayo
—Los Santos Orencio y Paciencia, ciudadanos de Huesca, a 1 de mayo
—Los Santos Siete Convertidos y discípulos del apóstol Santiago, a 15 de mayo
—San Pascual Baylón, religioso de San Francisco, a 17 de mayo
—San Juan Lorenzo de Cetina, religioso de San Francisco y mártir, a 19 de mayo.
—San Iñigo abad, patrón de Catalayud, mártir de Zaragoza, a 19 de junio
—San Raymundo, obispo de Barbastro, a 21 de junio
—Santa Orosia, virgen y mártir, patrona de Juca y de todas sus montañas, a 25 de junio
—Santa Isabel, infanta de Aragón y reina de Portugal, a 4 de julio
—San Lorenzo, mártir, a 10 de agosto
—Santo Domingo de Val, mártir, a 31 de agosto
—[folio 2] El beato San Pedro Arbues, inquisidor y mártir, canónigo de Zaragoza, 17 de septiembre
—San Paterno, obispo y mártir, 23 de septiembre
—San Atilano, obispo de Zamora, a 5 de octubre
—Santa Nunila y Alodia, vírgenes y mártires, 22 de octubre
—San Glicerio, mártir, patrón de la villa de Zuera, 28 de octubre
—San Atanasio, mártir, discípulo de Santiago y primer obispo de Zaragoza, a 1 de noviembre
—Los innumerables mártires de Zaragoza que en sentir de algunos … fueron más de 17 mil, se celebra el día a 3 de noviembre
—San Gaudioso, obispo de Tarazona, a 3 de noviembre
—San Millan, cura de Berdejo, a 12 de noviembre, &ª.

2El cristiano modo de visitar la santa capilla de nuestra señora del Pilar de Zaragoza, puede ser así:
Lo primero, se adora aquella tierra Santa, después se santigua y dice un acto de contrición para purificar su conciencia, y puede decir de esta manera:
“Adoro a mi Dios y señor Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un sólo Dios verdadero que me ha dado el ser que tengo. Me pesa de todos mis pecados por ser mi Dios el ofendido. Propongo firmemente la enmienda, asistido de la divina gracia; y espero en la infinita misericordia de mi Dios que me ha de perdonar y me ha de salvar.
Me conformo con su divina voluntad [folio 3] y me dejo de todo en todo, en su altísima y admirable Providencia. Perdono de todo mi corazón a cuantos me han ofendido y espero de mi Dios el perdón de mis pecados.
Al Ángel santo que dejó María Virgen Santísima por custodio y defensor de su santa capilla, se dirá: Ángel Santo que tu Reina y mi Señora te dejó para custodio y defensor de su Santa Capilla, ofrece mi corazón en las manos purísimas de mi piadosa Madre, para que lo ponga a los pies de mi señor Jesucristo y me alcance su santísima bendición y el perdón cumplido de todos mis pecados.”
Después dirá a la virgen santísima esta breve oración: “Soberana Reina de los ángeles, mi madre y mi señora, por el amor grande con que veniste a Zaragoza para el mayor de nuestras almas y nos dejaste tu sagrada imagen sobre esta columna, te suplico me mires con ojos de misericordia y me asistas siempre para que mi alma no se pierda.”
Después dirá las avemarías y salves conforme a su particular devoción, por sí y por sus obligaciones y no se olvide de adorar el Santo Pilar a la entrada y a la salida.
Oración a María Santísima del Pilar que compuso el padre fray Pedro Martínez, pidiendo le libre de temblores, rayos, de peste, de rabia, de muerte repentina y de todo lo que no puedo librar, especialmente del mayor mal que es el pecado.
“Soberana Reina de los Ángeles, Madre de Dios y Señora Nuestra, por saber ya que es voluntad de Dios para exaltación de su santísimo nombre y gloria tuya; desea mi alma [folio 4] suplicarte que no me desampares en la hora de mi muerte, sino que te vean mis ojos en aquel último trance, para que me ofrescas por agradable hostia en la divina presencia. En tus manos, madre de misericordia, encomiendo mi espíritu y por ellas en la de mi Redentor.”
Amén.»