Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1«Madrid 23 de diciembre de 1801.

2Sr. don Antonio García Redondo.
Paisano, amigo y dueño:
en los mensales de julio y octubre de este año escribí a vuestra merced cuánto ocurría, noticiándole en la primera que, con el motivo de haber vacado esa Tesorería por el asiento del señor Llano al obispado de Chiapa, hice pretensión a ella, sin embargo de no tener fondos de vuestra merced y de los requisitos decretados por la Cámara, siendo éstos, a saber: 1º. que no se diesen ascensos sin pretenderlos. 2º. que el agente que hiciere la solicitud, hiciese obligación de sacar las cédulas o títulos que se despachasen, y 3º. que no lo haciendo se le apremiase a ello en justicia.
A pesar de todos estos violentos requisitos, por efecto de la escasez de dinero metálico, hice la debida solicitud y conseguí para vuestra merced la referida Dignidad; y a poca demora que tuve se me apremió a la saca de los títulos, los cuales he puesto corrientes, y por la Secretaría se remite a los oficiales reales el Principal, quedándome yo con el duplicado para remitirlo a vuestra merced en siguiente mesal.
Adjunto hallará, vuestra merced, copia a la letra de dicho título, aunque no creo que los oficiales reales tengan morosidad en hacérselo, a vuestra merced, presente para que tome la posesión.
También acompaño la cuenta de los suplementos que he tenido que hacer para el pago de los títulos y demás gastos, habiendo tenido que sacrificar, al quebranto de la reducción, tres vales reales de 150 pesos con el perjuicio de 32 por 100, que tienen todavía en el día, y de consiguiente tengo suplidos por vuestra merced hasta hoy, según la adjunta cuenta en que se demuestra por menor, siete mil ciento cuarenta y siete reales y veinte y tres maravedís vellón, sin inclusión de derechos de Agencia, y cuya cantidad, con lo que vuestra merced tenga a bien señalar por la solicitud y Agencia, se servirá remitirme por libranza, pues la presente guerra ha dejado estos países en el último exterminio de [folio 2] caudales, y mucho más a los que teníamos negocios en esas distancias.
Nada hay, ni he podido traslucir sobre las Gacetas que vuestra merced me cita, ni creo se mueva sobre ellas punto alguno, pero si se moviese, quedo a la mira para salir a la defensa.
Aún no sé el éxito que tuvieron mis Cuentas con el Cabildo, y espero saberlo, y que me satisfagan los dilatados años que he servido con más los fondos, para que en los sucesivo no tenga yo que costear los asuntos del Cabildo porque no es justo.
Y a Dios gracias tenemos la paz, y francos los mares, cuya anterior interceptación tanto nos ha perjudicado a todos.
Queda a la disposición de vuestra merced como siempre este su atento amigo y paisano, que su mano besa.
José Llorente Pérez.»