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AFEHC : diccionario : BETETA Y QUIRÓS, Félix Ignacio : BETETA Y QUIRÓS, Félix Ignacio

Ficha n° 4424

Creada: 03 febrero 2017
Editada: 03 febrero 2017
Modificada: 28 febrero 2017

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Autor de la ficha:

Christophe BELAUBRE

Editor de la ficha:

Jorge H GONZALEZ ALZATE

Información:

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Publicado en:

ISSN 1954-3891

BETETA Y QUIRÓS, Félix Ignacio

Acercamiento a la vida del impresor y periodista del Reino de Guatemala Ignacio Beteta.
Palabras claves :
Ilustración, Impresor, Libros, Folletos, Imprenta
Cargo o principal ocupación:
Impresor y periodista del Reino de Guatemala
Casó:

1el 16 de noviembre de 1786 en la Ciudad de Guatemala con María Josefa Cervantes y Loaiza (1758-¿) hija de Nicolás Cervantes (¿-1803) y de Ignacia Marcelina Loaiza y Heredia (N. 26.04.1733 y B. 16.05.1733 Santiago de Guatemala y M. 1797 Ciudad de Guatemala), casados 22.03.1757 Santiago de Guatemala

Nació:
31 de marzo de 1757 en Santiago Guatemala.
Murió:
2 de septiembre de 1827 en la ciudad de Guatemala.
Padres:

1Diego Felipe Arroyave-Beteta Fernández de Córdova (1710-1781) y María Ignacia Quirós, se había casado en 1734 con María Bernarda de Mencos y Varón de Berrieza en (1718-1752) y en 1759 con María Teresa de Arana y Valle (-1789).

Resumen:

1Las pocas líneas que se escribieron sobre el impresor Ignacio Beteta se enfocaron sobre el problema de su nacimiento, mientras que los escritos que Beteta dejó como editor de la Gazeta de Guatemala han sido casi que pasados por alto. Este problema del nacimiento tiene que ver con los códigos morales de la sociedad de antiguo régimen puesto que Beteta, como hijo ilegítimo, educado en el seno de una familia de poder, se movía en dichos círculos de la Ciudad de Guatemala pero sin pertenecer por completo a ellos. El dinamismo personal que lo caracterizó, su gusto por los libros y la lectura, su afán por participar en el fomento de una sociedad diferente en Guatemala podría tener algo que ver con su propia condición social marcada por las manchas de su nacimiento y la presión social que resentía.

2De hecho no ha sido fácil resolver el problema del nacimiento y el origen familiar del que fuera el impresor más importante del Reino de Guatemala y uno de los precursores del periodismo moderno en Centroamérica. El chileno Toribio Medina, en los años 60, consideraba erróneamente que Ignacio Beteta era “descendiente, quizás hijo, de aquel don Manuel José de Quirós que, en 1730, era administrador de una imprenta en Guatemala”. No tenía documento para sustentar dicha afirmación pero quiso relacionar la familia con un tal Ignacio Jacobo de Beteta “regente de un taller tipográfico y editor de la Aritmética de Padilla en 1732”. En una obra reciente, el historiador Rodolfo Pastor lo presentó como “criollo de clase media y liberal” porque el historiador mexicano Alberto Said, con la ayuda del investigador alemán Udo Grub, había logrado demostrar que Ignacio Beteta formaba parte de la pudiente familia Arroyave y Beteta como hijo natural de Diego Arroyave y Beteta y María Ignacia Quirós. Su madre se casó finalmente en 1788 con el abogado Manuel de Talavera. ¿Quién educó al niño entre 1757 y 1788 fecha de este matrimonio? Muy probablemente la madre, la cual fue apoyada por el presbítero Ventura Arroyave y Beteta, quien había sido padrino de nacimiento de Ignacio. Por otra parte, hubo otros dos niños más que nacieron de esta relación extraconyugal, en 1764 y en 1776, cuando el padre Diego Arroyave y Beteta estaba casado con María Teresa de Arana. Aunque Diego Arroyave y Beteta no pudo reconocer oficialmente estos niños, tenía suficiente influencia en la Iglesia porque la partida de nacimiento registrada a folio 213 de “gente ordinaria” pasó con su declaración a la de “libro de españoles”. A pesar de dicho reconocimiento, Beteta no pudo seguir estudios en la Universidad y como lo señaló John Tate Lanning no ostentaba ningún título académico.
El hombre que sin duda fue clave en la vida de Ignacio Beteta resultó ser el impresor Antonio Sánchez Cubillas . ¿Cómo se conocieron? Beteta fue su aprendiz y cuando éste resolvió regresar a España, Beteta estuvo en capacidad de comprarle su imprenta, en junio de 1785, por 3.300 pesos. Beteta tenía entonces 30 años, época en la que tomó las decisiones más importantes de su vida, porque al año siguiente se casó con María Josefa Cervantes y Loaiza acercándose de tal manera a una familia criolla de segundo rango con cierto perfil académico puesto que su suegro era maestro de educación primaria. Beteta obtuvo un contrato económicamente lucrativo en 1788 al editar el Manual de párrocos, mandado reimprimir por el arzobispo Francos y Monroy ; y poco tiempo después la Descripción de las exequias de Carlos III, con un lujo y profusión de grabados hasta entonces desconocidos en Guatemala.

3El 18 de junio de 1793, el impresor y librero Ignacio Beteta solicitó permiso a la presidencia de Guatemala para publicar una Gazeta mensual similar a El Mercurio Peruano. El objetivo de la publicación que proponía Beteta era promover “la mayor civilización del Reino, prosperidad y agricultura”. El impresor reconocía en su solicitud lo mucho que podían contribuir a semejantes fines “las noticias y ejemplares públicos”. El Fiscal, Miguel Bataller y Ros, respondió afirmativamente el mismo día de la presentación de la solicitud, lo cual era un seguro indicio del entusiasmo que tan útil empresa había despertado en el funcionario español. Bataller aconsejaba en su respuesta que la Gazeta incluyera ciertos artículos destinados “a tratar en algunos puntos geográficos de este reino y curiosidades de su historia natural”, para dar cumplimiento a una real cédula de 1785. El Presidente Bernardo Troncoso otorgó el 5 de julio la licencia necesaria, y dio aviso al Rey en una carta fechada el 5 de diciembre. El emprendedor Beteta, como dice la historiadora Catherine Poupeney-Hart, hacía salir dos veces al mes su nuevo periódico y pudo mantener la publicación durante el curso del año 1796. Al parecer, según Poupeney-Hart, sólo se pueden consultar “tres números de la Gazeta de Guatemala (segunda época) en el Archivo General de Indias, en Sevilla: los 17, 27 y 38, de 16 folios cada uno y con fechas de septiembre de 1794, abril y diciembre de 1795, respectivamente”.

4Bajo la dirección editorial de Ignacio Beteta, la Gazeta de Guatemala se convirtió en un órgano dedicado a satisfacer la curiosidad de sus contemporáneos en todos los campos del conocimiento. Beteta supo entonces rodearse según su propia expresión de “los hombres de más literatura y prudencia” en particular el oidor Jacobo de Villaurrutia , Alejandro Ramírez y Simon Bergaño y Villegas. Según John Tate Lanning su seudónimo para colaborar como redactor podría haber sido el I.B., iniciales de Ignacio Beteta y forma de identificación que solía usar el impresor en vez de sus dos apellidos. Este semanario se publicó por primera vez el 13 de febrero de 1797 pero las autoridades suspendieron el periódico tras un año de trabajo (exactamente el primero de febrero de 1798) bajo el pretexto de la falta de papel lo cual provocó una protesta de Beteta porque tenía “hechas sus prevenciones y aprestos”, “acopio de papel” para seguir la publicación. Beteta alega su incomprensión puesto que todo lo que ha sido publicado “respiran el patriotismo más acrisolado” y critica “un gobernador mal informado”. Más allá de estos comentarios, Beteta desarrolla extensamente su concepción de los problemas económicos que padece el Reino de Guatemala y denuncia sobre todo “aquel espíritu de mercadería mezquino y circunscrito que apoca los ánimos, los hace interesados y rateros; y ahoga las semillas de las virtudes públicas”. Su carta nos permite sacar algunas conclusiones sobre la agilidad de su pluma y conocer algo de sus convicciones políticas. Beteta se dice convencido de que, aparte de que falta en Guatemala un comercio libre “que conduce a las riquezas”, hay un desdén hacia los estudios, hacia la lectura y se escasean bastante los libros. Todo eso provoca, además, “timidez en el hablar, en el discurrir, escasez de ideas (…) apego a los usos antiguos”. Al final de cuentas, la interrupción fue bastante reducida, limitada a un poco más de un mes. Beteta aprovechó entonces la introducción del primer número publicado en 1798 para justificar nuevamente su proyecto editorial en términos que dicen mucho de su ideario y adhesión al movimiento de la Ilustración: “(...) Nuestro principal intento es incitar y mover los ánimos para que se cobre afición a la lectura (…)”. De allí hasta 1816 la Gazeta de Guatemala se distribuyó por un precio de un real y medio con más o menos 500 ejemplares aunque la impresión fue interrumpida varias veces con distintos pretextos.

5Hasta su fallecimiento en 1827, Beteta se mantuvo activo como impresor dando a luz diversos folletos de la Sociedad de los Amigos del País como los del deán Antonio García Redondo sobre el cultivo del cacao o el del Dominico Antonio López sobre la grana. Su compromiso con las tareas editoriales y sus propias convicciones políticas lo acercaron paulatinamente a los sectores más progresistas de la sociedad colonial y cuando sintió que los días del sistema colonial estaban contados imprimió en 1820 un ataque anónimo a un funcionario colonial, el cual empezaba de la manera siguiente: “ Como soy cachorro fino, quando á los chuchitos véo, alzo la pata y los méo y prosigo mi camino”. Pocos días después de la redacción del acto de Independencia Beteta quiso cambiar el nombre de su Imprenta por la de “La Libertad”. Tras la Independencia Beteta estuvo muy cercano al grupo del médico Pedro Molina como impresor del Editor Constitucional. Más tarde, en 1824, Beteta se acercó a José Cecilio del Valle para publicar la Gazeta del Gobierno Supremo de Guatemala.

6 En la columna “Necrología” del periódico el “Indicador” se anunció su muerte siendo sepultado en la Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes con pompa y solemnidad, un éxito social que en sí representaba un buen ejemplo de la ruptura cultural que representaba la Ilustración y la Independencia puesto que este oficio de impresor permitía un cierto grado de reconocimiento a pesar del defecto natal.

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