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AFEHC : transcripciones : Relación de las honras fúnebres del arzobispo Luis de Peñalver. : Relación de las honras fúnebres del arzobispo Luis de Peñalver.

Ficha n° 3929

Creada: 16 abril 2015
Editada: 16 abril 2015
Modificada: 16 abril 2015

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Autor de la ficha:

Christophe BELAUBRE

Publicado en:

ISSN 1954-3891

Relación de las honras fúnebres del arzobispo Luis de Peñalver.

El documento ha sido impreso en 1811 en la imprenta de Manuel Arevalo y la Junta de Caridad del Hospital de San Juan de Dios asumió los gastos. La misa se celebró el 17 de octubre de 1810 en la ciudad de Guatemala y el sermón ha sido pronunciado por el fraile del Colegio de Cristo Crucificado Juan de Santa Rosa Ramírez.
Palabras claves :
Sermón, Imprenta, Folleto, Junta de Caridad
Autor:
Juan de Santa Rosa Ramírez
Fecha:
1810-10-17
Texto íntegral:

1RELACÍON SUCCINTA DE LAS HONRAS, Y EXEQUIAS FUNERALES QUE LA JUNTA DE CARIDAD, FUNDADA EN EL REAL HOSPITAL DE GUATEMALA, HIZO CELEBRAR A EXPENSAS DE LOS INDIVIDUOS QUE LA COMPONEN, EL DÍA 17. DE OCTUBRE, DE ESTE PRESENTE AÑO DE 1810, A LA BUENA MEMORIA DEL ILLUSTRISIMO Sr. D. D. LUIS DE PENALVER, Y CÁRDENAS ARZOBISPO QUE FUE DE ESTA DIÓCESI, INSIGNE BIENECHOR SUYO.
(fol. 1)

2COMO LOS BENEFICIOS se hacen sentir hasta de las Fieras, según la expresión de Séneca “Beneficia etiam ferae sentiunt1”; y como dice la SANTA ESCRIPTURA el Buey conoce á su Amo, y el Asno el pesebre de su Señor,, Viéndose esta Hermandad tan altamente beneficiada del ILLUSTRISIMO S. D. D. LUIS DE Peñalver y Cárdenas, por sus nobles generosas profusiones; luego que tubo la infausta noticia de su fallecimiento en la Havana, acordó dar una prueva, nada equiboca, de su gratitud; disponiendo la Solemne la Parentación2,

3(fol. 2)

4á honor de sus Cenizas y que para el efecto se encargase el HERMANO MAYOR de tomar todas las medidas conducentes á este importante objeto. En efecto convidó desde luego el Sermón fúnebre al M. R. P. Dr. Juan de Santa Rosa Ramírez , Ex-Provincial, y Misionero Apostólico de los de este Colegio de Propaganda de Cristo Crucificado: las funciones de Altar y Coro, a toda la Santa Comunidad del mismo, y para las Inscripciones Sepulcrales, escogió Sujetos de buen gusto en la materia. A pesar de que la Iglesia del Hospital no es de la mayor Capacidad para los tamaños de un Túmulo, correspondiente se procuró ajustar el que la Metropolitana tiene destinado para el Funeral de sus Prelados; sirviendo el Cuerpo principal en que se colocaron con las insignias Episcopales, las Composiciones Métricas.

5(fol. 3) Dispuestas asi todas las cosas se trató de dar Alma á este Cuerpo con la asistencia del Excelentísimo Señor D. Antonio Gonzales Mollinedo, y Saravia, quien a la frente del M. N. Ayuntamiento de esta Ciudad, tubó la bondad de Solemnizar las Exequias de un Gefe de la Iglesia, con quien gastó en vida tanta armonía. A mas de esto el numeroso concurso de otras Ilustres Corporaciones, hicieron demasiado respetable la asistencia, formando el Duelo el S. D. D. Bernardo Pavón , Tesorero de esta Santa Iglesia, y D. Manuel Colmenares, aquel Provisor, y Governador del Arzobispado, y este Familiar que fué de dicho Señor Ilustrisimo,
incorporados al cuerpo que forma la Hermandad de Caridad, cuyos miembros costean esta impresión á la perpetua memoria de su bienhechor.

6(fol. 4)

7EPITAFIO

8A la buena memoria
Del Ilustrisimo Señor Doctor
D. Luis de Peñalver y Cárdenas,
Del Consejo de su Magestad
Primer Obispo de la Luisiana.
Sexto Arzobispo de Guatemala.
La Hermandad de Caridad
Del Hospital de San Juan de Dios.
Reconocida
a su liberalidad y donaciones,
a su protección, y á sus auxilios,
le consagra este Cenotafio,
y Solemne parentación
en perpetuo testimonio
de su gratitud y reverencia.
El día 17. de Octubre de 1810.

9(fol. 5)
En uno de los targetones obalado, se vehia pintado este Ilustrisimo Arzobispo visitando una de las Salas del Hospital, en acción de alargar una mano, para socorrer à un Convaleciente, y con la otra dando su bendición á un enfermo, á cuyo emblema se acomodó este epigrafhe “Porrige pauperi manum tuam, ut perficiatur propitiatio, et benedictio tua”. Eccles. 7. 36, y al pie el siguiente

10SONETO

11¿Que llorais infelises? ¡ Ay! El veer
sin luz los ojos de aquel gran Pastor,
que fué en vida nuestro dulce amor,
y rica mina Don Luis Peñalver,
su mano larga para socorrer,
y ungir las llagas que causó el rigor
de suerte dura; perdió su vigor.
La Parea la hizo desaparecer.
Pues pobrecillos enjugad el llanto,
si amais al Héroe de que haceis memoria.
Peñalver compasivo, largo y santo
Compró vida immortal por vil escoria
Celebrad festivos con plausible canto
el corto precio de su inmensa gloria.
(fol. 6)

12En otro targeton igual al primero se vehia pintada una mano que salia del medio de un grupo de nubes con una balanza que tenia algo vencido el equilibrio leyendose en la parte Superior del Ovalo este epigrafe * In judicando esto pupillis misericors et, eris velut filius Altissimi Eccles. Cap. 4. v. 10. et 11. y el siguiente

13SONETO.

14Esta balanza desigual que vees,
que en equilibrios parece que no atina,
por un extremo al huerfano se inclina
y por otra levanta al mismo Juez
El que juzga piadoso y sin doblez
la causa del pupilo, ese examina
su propia causa y la adopción divina,
para el Cielo asegura de una vez.
Llorad pupilos, si murió el Prelado
que benigno os oyó en vuestras querellas,
mas veed las dichas que le ha negociado,
el juicio blando que cxercia en ellas
Si una balanza la inclino su agrado
la otra le coloca en las estrellas.

15(fol. 7)

16SERMÓN FÚNEBRE

17Apparuit gratia Dei Salvatoris nostri:: erudiens nos, ut :: sobrie et juste, et pié vivamus in hoc saeculo:: Haec loquere et exhortare.

18Apareció la gracia de Dios nuestro Salvador enseñándonos a vivir con templanza, justicia, y piedad. Esto habla, y sobre esto exhorta. De la epístola de San Pablo a Tito Cap. 2.

19Eis aquí quan altamente ha detallado el Apóstol no solo el carácter, conducta, y designios; si también el Soberano magisterio del hombre Dios en la tierra. Apareció como si digese, brilló sobre el Orisonte de nuestra felicidad el Sol de justicia Jesu-Christo, para alumbrar á los que yacían en las tinieblas y sombras de la muerte:

20(fol. 8)
dejose ver su gracia luminosa disipando con los raios de su Celestial Doctrina, las sombras del error: vino en calidad de Maestro, á darnos lecciones de vida eterna ó reglas de bien vivir, reducidas á tres, á saver, templanza justicia y piedad “Apparuit:: erudiens nos, ut:: sobrié et justé, et pie vivamus in hoc saeculo” Expreciones que cella San Pablo con esta enfática recomendación “esto hables, sobre esto exhortes” Haec loquere et exhortare.
Debió ser muy interesante á la Iglesia de Dios este punto, la vez que se hace tan recomendable al Apóstol, pues para que el discípulo lo publicase, bastaría que al oido se lo digese tal maestro. En efecto lo es, y mas que ninguna otra, á esta Santa Metropolitana Iglesia de Guatemala, y de consiguiente á esta Venerable Hermandad; aquella, por haber sido el Cielo, en que brilló ese Sol, esa gracia luminosa; este, por que disfrutó, mas, que ninguno otro sus beneficas influencias ¡ Oh hablemos:

21(fol. 9)
claro y corramos desde luego la cortina á este teatro! ¿No apareció por los años de 802. qual Astro resplandeciente el Ilustrisimo Señor Doctor Don Luis Peñalver y Cárdenas? ¿No se constituyó un insigne bienhechor de este Hospital? Apareció, si, qual Sol, para alumbrar á los que yacían entre tinieblas, qual Astro resplandeciente, para iluminarnos y enseñarnos á vivir según las máximas del Christianismo; pero como entre los Planetas hai algunos que por tiempos aparecen, y desaparecen de nuestra vista; vicisitud, que notamos en los Cometas, pues siendo, no como algunos piensan3, unos meteorismos criados en el Aire, a manera de los peces en el agua, sino verdaderos Astros, criados en consorcio de los demás desde el principio del Mundo, con todo eso por tiempos se nos dejan ver, y después se nos ocultan asi el Ilustrisimo

22(fol. 10)
Peñalver apareció, brilló, y por algún tiempo en nuestro Emisferio, y después se nos ocultó trasladándose al de la Havana, donde este sol reconoció su Ocaso, donde se puso, donde se extinguió; y este es el resorte, que há hecho en la gratitud de este Cenodoquio beneficiado de su liveralidad: murió alla, es verdad; pero vivirá siempre acá: qué esta es seguna la exprecion de la Escritura4 la prerogativa de un justo, vivir eternamente en nuestra memoria, Aun alla Marco Tulio5 la reconoció diciendo, que la vida de los muertos estaba en la memoria de los vivos “Vita enim mortuorum in memoria est posita vivorum” si bien yo descubro otro genero aun mas precioso y excelente de vida en nuestro Ilustrisimo; esas memorias perennes, esos monumentos, esos vestigios, que dejó á cada paso estampados de su munificencia, son los que le inmortalizan.

23(fol. 11)

24 La Via láctea, esa Zona luminosa y blanca, que se descubre en el firmamento entre las Estrellas fijas (conocida bulgarmente por la Carrera de Santiago) creyeron algunos, que en otro tiempo habia sido esta la carrera del Sol, y que habia dejado aquel rastro de Claridad que vemos6 erraron, ya se ve, erraron; pero estoy muy lejos de errar yo, si aseguro, es la carrera, que llevó el sol del Señor Peñalver mientras giró por el medio día de esta Iglesia, antes que declinase al Aquilón, en que se sepultó, esa via láctea, esa Zona luminosa, esa Senda Celestial, que descubre en su Cielo : ¿por que á la verdad fieles que Senda mas segura para gozarlo como la templanza, la justicia, y piedad ? Cristo Jesus, la verdadera via, verdad y vida, que vino, no con otro objeto que el de conducirnos a la eterna, este fué el camino que nos

25(fol. 12)

26mostró, este el que nos enceñó “apparuit:: erudiens nos, ut :: sobrie et juste et pie vivamus” ¡ah estas fueron las sendas, estas las huellas, que nos dejó estampadas el Héroe de quien hablamos !; mas si como dice un celebre Expositor7 la sobriedad mira á uno mismo “sobrie erga nos ipsos” la justicia azia al próximo “juste erga proximum”, la piedad azia á Dios “pie erga Deum” os pondré de manifiesto, que el Ilustrisimo Señor Don Luis
Peñalver nos enseñó á ser sobrios para con nosotros, justos para con nuestros semejantes, y piadosos para con Dios, Tres puntos, que formaran el plan de mi Oración. Este es el quadro, que os pongo delante de los ojos si acierto á darle los coloridos, y golpes que proyecto, tendré la satisfacción de haber cumplido con mis deberes en desempeño de la confianza de este Ilustre Cuerpo, Todo me lo prometo, si

27(fol. 13)

28si María Señora, de quien fué tan devoto nuestro Arzobispo, me alcansa la gracia que le pidamos, saludándola con el Ángel

29AVE MARÍA.

30Apparuit gratia Dei Salvatoris nostri:: erudiens nos, ut:: sobrié et justé, et pié vivamus in hoc saeculo : : Haec loquere et exhortare, ex Ep. div Pauli ubi supra.

31Como la intemperancia vino á ser el tosigo, que embenenó la masa de la naturaleza humana ( Excelentísimo Señor ). Como ella puso en boca de nuestra Madre Eva la fruta vedada, para que la gustase, pasando de
su mano á la de nuestro primer padre, con cuya desobediencia quedamos todos , arruinados; era presiso, que la sobriedad, ó templanza fuese el antidoto de este veneno: qué los contrarios solo se curan con sus contrarios: quiza por eso esta es la

32(fol. 148” ¿Por que no nos dice que embrazemos las armas, y el escudo como allá David: “aprehende arma, et scutum9” y no presisamente queseamos sobrios sobrii estofe? pero notad, que lo que ese leen pretende es tragarnos “quoerens quem devoret: pues para que el no nos trague, el preservativo mas poderoso es el que nosotros no tragemos, y que seamos sobrios, parcos y templados. De acuerdo con San Pedro anda San Pablo: este Principe también de los Apostóles,

33(fol. 15)
después de recordarnos la noche que precedió al dia de la gracia, honestamente andemos, (nos dice,) no en glotonerías y embriagueses “non in comerationibus, et ebrietatibus10” Pero ¿que mucho si nuestra vida Cristo, haciéndonos una horrorosa pintura del Juicio final, y señales, que le han de preceder, nos amonesta á no gravarnos con la bebida y embriaguez: “ne graventur corda vestra in crápula, et ebrietate11 ?, que fué exhortarnos á la templanza, como que esta sola fuese el antemural, que nos pusiese á cubierta de los arietes, que han de batir la maquina toda de la naturaleza en aquella época. Mas ¡ que dolor ! los operarios de la iniquidad, los pecadores escandalosos, por usar de las expreciones de un Profeta, son tan dados a la intemperancia, que quales Lobos Carnívoros solo se emplean en devorar la pleve de Dios, que son los justos, como un mendrugo de pan12

34(fol. 16)
Quan opuesta á la conducta de estos era la del Señor Peñalver! ¡quan sobrio quan parco quan moderado! abominaba los excesivos convites, y. todo lo que pasaba los limites de una regular moderación: en su mesa resplandecía la frugalidad su comida y desayuno siempre escasos; su Cena de continuo era una especie de colación, reducida a una miga de pan y un poco de dulce: observaba con tanto rigor los ayunos de la Iglesia, que aun en las Visitas á pesar de las incomodidades, y fatigas del camino, jamas sé dispenzó uno siquiera,
¡ah debióse considerar este Atleta adozenado á aquellos Gladiatores, que en el estadio luchaban, conbatian, y hasta agonizaban, mas para estar ágiles y expeditos se abstienen de todo “Omnis qui in agone contendit ab ómnibus se ahstinet” que dice el Apóstol13. Esta austeridad se hace mas reparable en un personage, cuya procera estatura, y corpulencia demandaba

35(fol. 17)
para subsistir mas alimento : que no se han de graduar los de un Gigante por los de un Pigmeo; pero no es esta la circunstancia, que me llama mas la atención. Que un hombre pobre, reducido á la miseria, y por otra parte de bajas obligaciones se ciña, se sugete á un triste bocado, no es de admirar, como no lo es en realidad que el joven del Evangelio, después de haber disipado su haber en el libertinaje, anduviese á caza de bellotas14 ; como ni el que el rico avaro, hallándose en los tormentos, desease que Lázaro con el dedo mojado en agua le refrigerase la lengua que se le abrazaba15 pues á tales extremos los havia conducido su deprorable situación; pero que un Caballero nacido en la opulencia, hijo de las mas ilustres Solariegas Casas de la Havana, entroncado con muchos, títulos de Castilla, y Xefe, á mas de esto de toda una Iglesia Metropolitana se portase como

36(fol. 18)
el mas miserable, esto si, que no pudo ser sino efecto de una solida virtud, de una gran sobriedad. Pero ¿qual fué el resultado de ella? ¡ oh el mas ventajoso, y que le hará siempre el memorable en los fastos de Guatemala! A merced de esta exemplar moderación pudo ser prodigo, para subvenir á las necesidades todas, especialmente de esta casa. Esto de ceñirse, es el arbitrio mas exuverante, que puede haver, para dar el mayor ensanche, y elastisidad á la beneficencia. No se si habréis observado, que quando Cristo nuestro bien labó los pies de sus Discípulos, con una sola toalla enjugó, limpió y desecó los 24, que componían los de los 12. A potóles, immundos á la sazón pues que les cogia de sorpresa ¿como pudo ser esto? parece, que á los quatro ó seis de ellos, ya seria presiso, valerse de otro lienzo ¿que había en esto algún milagro? nada menos que eso: si queréis descubrir el misterio, haceos.

37(fol. 19)
cargo de lo que dice el Evangelio que habiendo tomado la toalla se ciñó con ella “cum accepisset linteum praecinpiesen16” Ciñóse el Salvador ¡oh! ya no hai que buscar otra causa para que con un solo lienzo pudiese completar el labatorio de tantos pies. Ciñance los Eclesiásticos, ciñance los seculares, que por tenues que sean los emolumentos de aquellos, por escasas, que sean las rentas de estos, no dejaran de tener, con que socorrer las necesidades; habrá paño para todo: al contrario por gruesas y quantiosas que sean las de unos y otros, si no se llevase qüenta y razón en gastos, no alcanzaran aun para los precisos. La penuria es un efecto indispensable de la disipación: luego que aquel Joven hubo prodigado su patrimonio, le vio la cara á la hambre, que jamas se la habia conocido “Caepit egére” que dice el sagrado texto17 ¡Y que no deberán ceñirce especialmente

38(fol. 20)
en esta época, quitándose hasta el bocado de la boca, para darselo á nuestros hermanos, que perecen de hambre en la Península ? Sin llegar á tan criticas circunstancias, nos dice Dios por un Profeta, que partamos nuestro pan con el necesitado “frange esurienti panemtuum18” ¿ que Sacrificios no exigirá de nosotros la Caridad en el dia? ¡ Ah nuestros Españoles vertiendo pródigos, la sangre de sus benas por su religión, por su Rey, por su patria; y nosotros tan indolentes, que no derramaremos gustosos la que correpon las benas de este cuerpo político, que es el numerario.! A la verdad, solo metalizando nuestros corazones, podemos hacernos insencibles á sus clamores. No no era de este carácter el del humanísimo Prelado, cuya falta lloramos: siempre susceptible á las impresiones de la Caridad, para usar de mas profusiones, se entregó del todo a la sobriedad.

39(fol. 21)
De la que aun no os he dado cabal idea, extendiéndose aun toda vía á otros objetos-, en que no menos se acreditaba. Dormía .muy poco: andando á las visitas de la Diócesi era el primero que se levantaba á las dos ó tres de la mañana, y prendiendo luz, ponía por su propria mano expedito el Catre, y en seguida activaba, y ayudaba á componer la Carga, quando aun sus familiares reposaban ¡quantas virtudes resplandesen en estos mecanismos ya las iremos contemplando; mas por ahora me arrebata la atención la Cama de su dormitorio en Palacio: presentábase en sus piezas principales una muy explendida y obstentiva correspondiente á su Carácter; pero ¿por ventura usaba de esta para descanso de sus prolongados miembros? de ninguna manera; esta solo servia de parapeto y perspectiva: alla en lo interior tenia una Camilla, que casi no levanta del suelo sino media vara, sin pavellón, ni mas ajuar que una manta,

40(fol. 22)
y balleta, ó cosa semejante; este era el lechecilio florido del Esposo de la Iglesia19 por el que despreciaba los mas mullidos, obstentosos Catres. De San Luiz Obispo de Tolosa, se refiere en sus lecciones, que pasando por Florencia á su destino, como alli hacían noche, se le preparó una cama muy rumbosa proporcionada á su alta categoría; pero que el Santo no había hecho mas uso que el de su Capa, con que la pasó embuelto : celebrace justamente este rasgo de moderación; pero yo hallo no sé que demás edificante en nuestro Don Luiz, pues aquella fué una sola noche, y es bien trillado el adagio de que una mala noche como quiera se pasa; y esto era de por vida: por eso es un combencimienio de que nos enceño á vivir sobriamente que es el primer punto de mi Oración “exudiens nos, ut sobrié vivamus in hoc saeculo; sobrie ergu sé ípsun”.
Que nos enceñase á vivir justamente

41(fol. 23)
con respecto al próximo os lo haré ver, manifestando desde luego, que la justicia es una especie de teatro, que tiene muchas decoraciones, muchos bastidores que se corren: quiero decir, que según Padres, Interpretes, y Doctores, es una voz de muchas acepciones, ó significados: por que ó ya se toma estricta y rigurosamente por una constante y perpetua voluntad de dar acada uno lo que es suyo: que es lo que por antonomasia se llama justicia; ó ya en un sentido lato por un conjunto de virtudes; de suerte que el justo venga á ser un Varón perfecto, grato á Dios, dotado por consiguiente de todas ellas; y esta es la idea que nos dá de un justo la divina Escritura según un celebre Espositor20 ó ya finalmente por un hombre manso, benigno, y misericordioso para con los pobres, en cuyo sentido tomó la voz de justicia el Real Profeta, quando después de referir la benignidad usada

42(fol. 24)
para con los pobres “dispersit, dedit pauperibus” añade, su justicia permun celebre Espositor20 ó ya finalmente por un hombre manso, benigno, y misericordioso para con los pobres, en cuyo sentido tomó la voz de justicia el Real Profeta, quando después de referir la benignidad usada

42(fol. 24)
para con los pobres “dispersit, dedit pauperibusâ€