Ficha n°90

PAVON, Bernardo José



Cargo: Canónigo en la Ciudad de Guatemala.

Nació: 10 de diciembre de 1769 en Santiago Guatemala.

Murió: 25 de mayo de 1821 en la Ciudad de Guatemala.

Padres: Cayetano José Pavón (1728, Plasencia, España-1780) y de María Teresa Muñoz y Barba de Figueroa hija de Juan Martín Muñoz y de Josefa Barba de Figueroa.

Resumen: Si tuviéramos que hacer una enumeración de las familias de poder que dominaban la sociedad colonial en la ciudad de Guatemala a finales del siglo XVIII, no cabe ninguna duda que encontraríamos a la familia Pavón. Los indicios de poder social que rodean a esa familia son muy numersosos. El primero de estos es el acceso de Bernardo José Pavón al cabildo eclesiástico de Guatemala, a pesar de haber tenido un padre de origen español. De hecho eran estos grupos, recién llegados de España, los que parecen haber dominado la vida colonial a finales del siglo XVIII. El padre era uno de los grandes comerciantes de entradas, es decir que estaba vinculado con el comercio trasantlántico con España. Durante su vida, había sido alcalde segundo de la Ciudad de Guatemala en 1763 y regidor, lo que prueba un alto grado de inserción social. De hecho su alianza matrimonial con la pudiente familia Muñoz y Barba de Figueroa fue clave para asegurar el ascenso social del grupo.
Este capital social – y seguramente el apoyo de su influyente padrino el presbítero Gabriel Muñoz y Barba – permitió el ascenso personal en la Iglesia de Bernardo José Pavón quien obtuvo en 1792 el grado de licenciado y doctor en teología. Poco tiempo después aparece su nombre entre los clérigos que pidieron al Rey la creación de una sociedad de los Amigos del País; sin embargo no parece haber jugado un papel importante dentro de la Sociedad una vez esta instalada. Su expediente de ordenación contiene poca información: el padre José María Eloso, quien conocía a Bernardo Pavón desde hacía mucho tiempo, informa que fue “un niño tanto ejemplar de virtud, solo ha manifestado su piedad de vestir los havitos clericales”. Su madre sacó de la herencia paternal la cuantiosa suma de 5000 pesos porque “es necesario para obtener los sagrados ordenes de manifestar de una competente congrua sustentacion”. Por fin fue ordenado el 28 de septiembre de 1794. Poco tiempo después recibió el título de promotor fiscal del arzobispado. Una vez asegurada su posición en la curia, afianzó su posición social con una política de alianza con algunas familias de poder. Por ejemplo fue padrino del hijo de Pedro José Valenzuela y de María Gertrudis Jáuregui. En 1799 obtuvo la cátedra llamada de Instituta en la Universidad. También dió un poder a un familiar suyo en Cádiz, Francisco Pavón, quien seguramente buscó la manera de asegurarle un puesto más importante en la diócesis, lo que se confirmó poco después ya que lo encontramos sirviendo la canongia magistral y el provisorato de la curia en 1804. Fue nombrado en 1808 confesor del convento de Capuchinas por el fallecimiento del canónigo Juan José González Batres y fue elegido rector de la Universidad con cuatro votos (y tres votos para José Del Barrio). En este periodo alcanza el padre Pavón un grado de influencia en la cosa pública que suscita cada vez más recelos. De hecho algunos bandos rivales de su familia se quejaban de su posición dentro de la curia y las quejas llegaron hasta Madrid. Para el débil y enfermo arzobispo Rafael Vara de la Madrid, fue necesario justificar por qué no había tomado residencia al doctor Pavón dentro de los cuatro meses legales, y por qué había sido nombrado provisor el señor Pavón a pesar de la interdición vigente de nominar como provisor a los canónigos. Además, era natural de la ciudad de Guatemala y por esta razon distintas leyes no le permtían ser provisor, “por los inconvenientes que resultarían contra la recta y libre administración de justicia, debido a las conexiones de parentesco, amistad y relaciones políticas que tenían el citado Bernardo, sus hermanos y dilatada familia”. El arzobispo contestó que se quedó un mes observando sin tomar el gobierno después de su llegada : en todo este tiempo él había experimentado la conducta de dicho interino Pavón : “lejos de haber tenido que reprehender sino corregir hasta aqui, me he visto obligado a ejecutoriar sus providencias por justificados y equitativos”. Argumentaba más lejos en el sentido de que había precedentes de aquello en América : “se puede creer que tienen mas amor a su patria e Iglesia y mas conocimiento de las costumbres de sus paisanos, cualidades que influyen mucho para el acertado manejo de los subditos”. Estas palabras muestran el poder que el canónigo Pavón (y más allá los de su grupo familiar de origen) supo conservar dentro del orden colonial, aprovechándose de sus debilidades. En 1810 es interesante mencionar, por ejemplo, la presencia de su hermano Manuel José Pavón como tesorero de los diezmos. Hasta la llegada del arzobispo Casaus y Torres, no cabe duda de que este canónigo fue el hombre fuerte de la Iglesia de Guatemala. En el decenio siguiente se hizo más discreto (perdió el apoyo de dos de sus hermanos Domingo y Cayetano que murieron) aunque se mantuvo activo en distintas tareas: buscó los fondos necesarios para construir el edificio de la Universidad en la Nueva Guatemala, logró conservar su puesto de provisor algún tiempo seguramente por la larga experiencia que había acumulado con el tiempo, y por las buenas relaciones que supo entablar con el arzobispo Ramón Casaus y Torres. Con el Capitán General Bustamente, las relaciones eran mucho más tensas y complicadas, pues este oficial real escribía en marzo de 1814, en una carta al rey: El Chantre Pavon es eclesiastico y canonigo menos antiguo, no ha servido curato alguno, ni hay noticia en este vice patronato de que tubiese cuando fue elevado a la canongia, otro meritos que los de haber sido promotor fiscal y catedratico de instituta. Sus enlaces con los que firmaron la ynstruccion revolucionaria publicada por este ayuntamiento el ano de 1811 su cooperacion a ella: su correspondencia con el Diputado Antonio Larrazabal tan estrecha que coste y puso su retrato en el salon de esta universidad con una inscripcion que lo acreditada publicamente : sus relaciones de hermano con Ygnacio Pavon de quien se hizo mencion muy poco honrosa en el Telegrafo N 1 y con don Manuel pavon diputado provincial sobre abundante merito para que se le tenga por sospechoso (...). En 1816 su influencia dentro de los muros de la Universidad seguía siendo muy fuerte; fue elegido rector con todos los votos. En aquella época fue tramitada también su candidatura ante la Inquisición de México para ser nombrado inquisidor honorario.
Mientras tanto las relaciones con Casaus se habían fuertemente deterioradas: "En estos peligrosos años nunca puede advertir en dicho Pavon de amor y adhesion a nuestro cautivo, ni a la justa causa de la españa para sostener con su sangre en ambos mundos los sagrados derechos del trono cátolico (...) Despues ya se le han oido expresiones de ser realista (...)En tercer lugar contesto que tiene bastantes luces y habilidad por lo privado y negocios forenses. Carece de prendas para el exercicio exterior y publico del ministerio eclesiastico". Para Casaus el canónigo Pavon se habia vuelto un enemigo declarado. Además su posición social se habia debilitada por culpa de un ruidoso pleito dentro de la familia : “Quando vine lo halle de provisor y lo continue a este cargo hasta ahora tres meses que hube de exonerarla por causa del largo y ruidoso pleyto que se ha encendido entre los hermanos sobre particion de herencia y administracion de Manuel Pavon. El pleyto ha ocasionado discordias y bandos en la ciudad Don Manuel Pavon de palabra y por escrito se ha quejado agriamente contra su hermano Chantre y este contra aquel”. Esta desgracia no arruinó por completo los ánimos del canónigo. Tenía el don de lágrimas pero era lo suficientemente astuto para evitar un enfrentamiento directo con el arzobispo: mobilizó entonces sus apoyos en la corte de Madrid y en particular la pluma del señor Gravina, quien en una carta dirigida a Ramón Casaus y Torres, fechada el 20 de junio de 1817, se ponía a su servicio: “interesandose en favor de don Bernardo Pavon a quien su M la ha distinguido con la cruz de comendador en la orden americana y quien al presente ha desmericedo su benevolencia y sumanente afligido por la nota que le resulta contra su honor de verse privado del provisorato que habia desempeñado por tantos años”. Los últimos años de su existencia los dedicó a servir de confesor de las religiosas Capuchinas, disgustado por la actitud de un arzobispo que le había negado el gran honor de ser Inquisidor! Aunque consagrado obispo de la diócesis de Honduras, murió en la ciudad de Guatemala a los 52 años de edad, después de una larga enfermedad. Firmó el acta de defunción el arzobispo Ramón en persona!


Autor de la ficha: Christophe BELAUBRE

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