Ficha n°108
ARÉVALO SEDEÑO, Mateo
Cargo: Oidor de las Audiencias de Guatemala y México (1574- ?) .
Caso: en la Ciudad de México con Bernardina del Castillo y Velasco, h.l. de Bernardino del Castillo y Nieto e Inés de Velasco .
Nació: en El Espinal, Segovia.
Murió: en la Ciudad de México.
Padres: Simón de Arévalo Sedeño y Catalina de Pedraza, naturales de El Espinal, Segovia.
Resumen: A la fecha no tenemos información genealógica y biográfica de este oidor de la Audiencia de Guatemala, que lo fue durante 1570 - 1573. Contamos con algunos datos sobre el ejercicio de sus funciones de algunos cargos que ejerció cuando fue oidor de dicha Audiencia y la de México.
Fue catedrático de Derecho Canónico en la Universidad de México, aproximadamente en 1554. En 1573 realizó la visita a la provincia de Verapaz, de cuya experiencia y la información que recabó escribió la Relación de las Provincias de la Verapaz y Zacapulas, Guatemala, en 1574.
Fue juez del Juzgado de Bienes de Difuntos de Guatemala durante 1573. El 15 de enero de 1574 entregó la cuenta de la tesorería de dicho juzgado, de las transacciones que ejecutó durante su período de funciones; la entregó al oidor, licenciado Diego García de Palacio, juez de bienes de difuntos en 1574, ante el fiscal de la Audiencia, el licenciado Francisco Vásquez, y el escribano de cámara Blas Hidalgo de Sierra. Al hacer la revisión de dicha cuenta se encontró un déficit de 1.212 pesos, 5 tomines y 9 granos de oro de minas. Equivalente a 4.012 tostones.
El 17 de abril de 1574, el doctor Arévalo Sedeño entregó otra cuenta que correspondía a las comisiones que había dado a diferentes personas para cobrar bienes de difuntos, los cuales le habían presentado los resultados de sus gestiones después de presentada la primera cuenta. En esta segunda cuenta también se encontró un déficit de 5.119 tostones y 1 real.
Para cubrir esta deuda, el doctor Arévalo Sedeño entregó al licenciado Diego García de Palacio, juez de bienes de difuntos en funciones, 3.200 tostones en efectivo y varios documentos de sus deudores:
--una obligación contra Francisco de Ayllon Agraz y doña Juana, su mujer, por 270 pesos de oro de minas, equivalente a 893 tostones, 32 maravedís.
--una cédula contra el licenciado Cristóbal de Azcoeta, oidor de la Audiencia, por dos mil tostones que debía a la caja de bienes de difuntos.
--una obligación contra Hernán Pérez, el rubio, clérigo, por valor de 540 pesos de oro de minas, equivalente a 1.786 tostones, 1 real y 29 maravedís.
Además, Arévalo Sedeño dijo que Francisco de la Cueva, vecino de Santiago, le debía 600 pesos de oro de minas. Aproximadamente 1.985 tostones.
Para cubrir el déficit de la primera cuenta, 4.012 tostones, el doctor Arévalo Sedeño dio los dos mil tostones de la cédula dada por el licenciado Azcoeta, y de los 3.200 tostones que dio en efectivo solamente se tomaron 2.012 tostones y el resto —1.188 tostones— se le agregaron por descargo en la segunda cuenta, donde también se pusieron como descargo las escrituras dadas por Francisco de Ayllon Agraz y Hernán Pérez. Del déficit de la segunda cuenta, 5.119 tostones y 1 real, pagó 4.376 tostones en dos partidas y su deuda, al 17 de abril de 1574, era de 743 tostones y 1 real, los cuales tuvo que haber pagado cuando fue trasladado a México.
En febrero de 1574, fue nombrado por el presidente de la Audiencia de Guatemala para que se hiciera cargo de la recepción de la probanza de méritos y servicios del clérigo Diego de Carbajal.
En marzo de 1581, la Audiencia de México lo comisionó, cuando ejercía el cargo de oidor semanero de dicha Audiencia, para que tomara información de los méritos y servicios del capitán Lucas Pinto, vecino de Medina de Río Seco, México.
Es de hacer notar que cuando el doctor Mateo Arévalo Sedeño estuvo en Guatemala como oidor de la Audiencia, ejerciendo los cargos asignados, realizó algunas transacciones de préstamo o de cualquier otra índole económica, puesto que, como se mostró anteriormente, tenía deudores a su favor. Lo cual es signo de haber realizado actividades que le produjeron beneficios, una de ellas, obviamente, fue la designación de comisionados para el cobro de deudas al Juzgado que tuvo a su cargo.
