Ficha n° 1793

Creada: 01 diciembre 2007
Editada: 01 diciembre 2007
Modificada: 18 diciembre 2007

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Autor de la ficha:

Gustavo PALMA MURGA

Publicado en:

ISSN 1954-3891

Boletín N° 39 (Noviembre-Diciembre 2008) de la AFEHC

Para los meses de Noviembre-Diciembre de 2008, la AFEHC convoca a todos los interesados en la publicación de artículos o materiales relacionados con el tema: La problemática agraria en y sobre la región centroamericana (XIX-XXI).
Tipo de noticia:
Convocatoria
Lugar:
Guatemala
Fecha:
30 de noviembre de 2007
Resumen:

La producción historiográfica hasta ahora disponible sobre la problemática agraria a nivel regional, salvo escasas excepciones, se ha enfocado con bastante énfasis en la coyuntura histórica vinculada al proceso de consolidación de los “estados modernos” de la región a finales del siglo XIX. Tales estudios nos permiten acercarnos a la comprensión sobre las profundas transformaciones en la manera como, hasta entonces, había estado organizado el paisaje humano y natural pero, sobre todo, en cuanto a los mecanismos de toda índole puestos en marcha para que dichos cambios operaran y se consolidaran.

Es posible afirmar que el “boom” cafetalero marcó la vida social y económica de las sociedades y estados que apostaron por esa opción, transformando estructuras económicas y, en consecuencia, modificando patrones sociales y culturales.

En todo caso, a partir de la llegada de los liberales al poder, la vida de la población rural centroamericana no volvió a ser la misma. Sus ancestrales referentes – tanto materiales como culturales – fueron profundamente alterados, habiendo tenido que someterse al nuevo orden económico impuesto y, por otro lado, “reinventar” nuevas formas de reproducción social en función de las bases materiales que el liberalismo decimonónico les dejó.

En la actualidad, una vez más, la región vive momentos definitorios en términos de la readecuación de sus economías y, en consecuencia de sus sociedades, como resultado de las presiones e intereses que trae consigo la globalización económica y cultural.

Sería interesante profundizar en el conocimiento de las nuevas articulaciones que el agro se están induciendo, no siempre desde la perspectiva e intereses de quienes trabajan y luchan por acceder a la tierra; sobre todo porque, una vez más, los ejes dinamizadores de las economías, están siendo definidos desde la exterioridad globalizadora capitalista.

De igual manera, debe ser analizado el papel que juegan los nuevos marcos jurídicos globalizadores como constructores de normas dentro de las cuales se debe operar dentro de estas nuevas lógicas, y en términos de la consolidación de un paisaje agrario polarizado, que continúa siendo excluyente.

Otro ámbito de estudio que es importante profundizar es el relacionado con la conflictividad agraria. Ésta, que ha sido una constante tanto en la historia colonial y republicana, siempre ha estado encasillada dentro de marcos legales específicos, construidos desde la óptica e intereses de los grupos dominantes. Sin embargo, en la actualidad es cada vez más común constatar cómo la protesta y los reclamos campesinos tienden a ser deslegitimados y penalizados, en lugar de entenderlos y asumirlos como evidencia de la incapacidad del sistema para dar respuestas concretas a las causas que la generan y prolongan.

Otro eje analítico que se desprende de los anteriores es el relacionado con la construcción de nuevas subjetividades campesinas, las cuales se van articulando en la medida en que estos sujetos sociales ven cómo se transforman sus marcos referenciales. Los nuevos parámetros de competitividad que se están imponiendo están suponiendo cambios en las lógicas de reproducción campesina. ¿Está el campesino condenado a desaparecer como sujeto económico? ¿Cómo conjugar sus perspectivas e intereses en un nuevo contexto que ve con poca atención esas dinámicas sociales que les han permitido, al menos, la subsistencia y una activa participación en la reproducción económica general?

Éstos, y otros ejes más, pueden ser considerados como insumos para actualizar y profundizar la discusión y la producción historiográfica por parte de la academia en y sobre nuestros países.

¿Qué nos espera, como sociedad, ante los inevitables y profundos cambios que la nueva modernidad del siglo XXI trae consigo, sobre todo cuando aún no hemos logrado superar los profundos resabios estructurales impuestos desde finales del siglo XIX y que aún se pregonan como la vía para nuestra superación y desarrollo?

Gustavo Palma Murga

Todos aquellos colegas que tengas trabajos relacionados al tema y/o comparativos con otros países de la región pueden enviarlos al consejo editorial o al correo: [email protected].
La fecha límite de entrega de trabajos es el 15 de septiembre de 2008.